Las capas de roca presentes en el cráter Gale permiten estudiar la historia del agua en el planeta rojo.
Imágenes del cráter Gale de Marte, tomadas por el róver Curiosity, podrían revelar el lugar perfecto para encontrar evidencia de vida pasada en el “planeta rojo”.
Christopher House, director de uno de los consorcios del programa Space Grant de la NASA, considera que el sitio pudo albergar vida hace 3.500 millones de años, según un comunicado de la Universidad de Pensilvania.
“El cráter Gale parece haber sido el entorno de un lago”, afirmó House, tras señalar que la misión espacial encontró muchas piedras de barro finamente estratificada en el lugar, por lo que “el agua habría estado allí durante un millón de años o más”, agregó.
El profesor de geociencias explicó que el lago se llenó de sedimentos y se convirtió en piedra que posteriormente se erosionó, proceso que también habría ocurrido con las dunas de arena que se formaron después en el lugar.
Sin embargo, el investigador añadió que todo el sistema, incluyendo el agua subterránea que atravesaba la zona, duró mucho tiempo, tal vez 1.000 millones de años o más.
Esta aseveración se basa en el hallazgo de fracturas llenas de sulfato que indican que el líquido elemento corrió por las rocas mucho después de que ya no se formaran lagos en el planeta.
A estas hipótesis se suma la presencia de otros minerales sulfurosos como la pirita, que indicarían que las condiciones del medio ambiente podrían haber albergado vida en el pasado.
Según House, esta es “la edad de oro” de la ciencia planetaria, en la que cada día aparece algo completamente nuevo.
Curiosity es el robot más grande aterrizado en otro planeta y utiliza 17 cámaras, se lanzó en noviembre de 2011 y llegó a Marte a en agosto de 2012.
El róver aterrizó en el cráter Gale, cuya estructura es especial porque tiene una montaña alta en la mitad con muchas capas de roca que permiten estudiar la historia del agua.