El comisario de Presupuestos y Recursos Humanos advierte sobre el peligro de recesión si se confirman riesgos como el Brexit desordenado o la guerra comercial.
La economía europea agota sus años de mayor crecimiento tras la salida de la crisis. En un contexto de desaceleración paulatina, en el que por aspectos puntuales se toca la recesión en Italia y se roza en Alemania, el cúmulo de riesgos que se enfrentan pueden hacer tropezar todo avance y llevar a una caída a nivel generalizado.
El Brexit sin acuerdo, la guerra comercial entre China y Estados Unidos, la inestabilidad en Turquía o Venezuela, la bajada de los intercambios a nivel mundial conforman una “tormenta perfecta” que si se cristaliza, harán caer a la Unión Europea recesión, advirtió este martes en un acto en Madrid el comisario europeo de Presupuestos y Recursos Humanos, Günther Oettinger.
“Los mejores años han quedado atrás y las perspectivas van a oscurecerse algo”, reconoció el funcionario europeo durante su intervención en un desayuno informativo organizado por Nueva Economía Fórum, donde alertó que “la recesión no estará lejos si confluyen estos riesgos”.
Asimismo, reconoció la amenaza para las proyecciones europeas que representa el creciente endeudamiento de la UE, con países con una deuda muy elevada, como el caso de Italia, y añadió que los riesgos de determinados países “pueden repercutir en toda la UE”.
Por otro lado, Oettinger señaló que Europa no está a la vanguardia de la actual revolución digital sino más bien rezagada, lo que es una cuestión de soberanía y supervivencia. “Queremos seguir siendo competitivos donde ya lo somos y serlo donde no lo somos”, acotó.
Para el funcionario alemán, la solución pasa por más unión. “Necesitamos una Europa más fuerte, con una estrategia común, completar el mercado interior, firmar acuerdos comerciales con todos los países que quieran, necesitamos trabajar mucho en la formación de nuestros ciudadanos, más solidaridad entre los Estados miembros y, por supuesto, un presupuesto que nos permita financiar estos objetivos”, enumeró.
Mirando al futuro, Oettinger consideró que en un año se sabrá si Europa sale fortalecida o debilitada de los distintos procesos electorales que debe enfrentar, incluyendo las elecciones europeas de mayo y la convocatoria de elecciones generales en España del 28 de abril, ante el auge de los neonacionalistas, cuyo objetivo programático común es “destruir Europa”.
En relación al Brexit, el comisario avisó que la retirada del Reino Unido de la UE, en caso de concretarse, obligará a recortar programas importantes, tanto como a que otros Estados de la UE se dispongan a realizar un mayor aporte al presupuesto, ya que Londres es un “pagador neto”.
“Los Estados miembros deberán estar dispuestos a aportar algo más para superar este ‘agujero británico’ y para impulsar programas importantes”, alertó. “Cuando un tío rico venía a verte en Navidades y traía regalos, pero el tío se muere y ya no estará más, las Navidades tendrán que ser un poco más austeras”, ejemplificó.
En este sentido, estimó que después de una fase de transición faltarán entre 21.000 y 27.000 millones de euros para financiar gastos.