El Papa anunció que convocará al Vaticano a los obispos del país trasandino y a “representantes” de las víctimas, “sin prejuicios ni ideas preconcebidas”.
El papa Francisco reconoció que tuvo “graves equivocaciones de valoración y percepción” en el caso de las denuncias por encubrimiento de abusos contra el obispo chileno Juan Barros, y anunció que convocará al Vaticano a los obispos del país trasandino y a “representantes” de las víctimas, “sin prejuicios ni ideas preconcebidas”.
“En lo que me toca, reconozco y así quiero que lo transmitan fielmente, que he incurrido en graves equivocaciones de valoración y percepción de la situación, especialmente por falta de información veraz y equilibrada”, aseguró el pontífice en una carta enviada ayer a los obispos chilenos tras el análisis de la misión del fiscal vaticano Charles Scicluna, a quien envió a ese país en febrero para escuchar testimonios de víctimas de abusos.
La carta, que no toma ninguna decisión de fondo sobre el caos que marcó la agenda de su última visita a Chile en enero, muestra de todos modos un claro cambio de tono en el lenguaje de Francisco, quien dos veces ya había rechazado la renuncia de Barros por considerarlo “inocente” hasta que no hubiera “evidencias” en su contra.
“Ya desde ahora pido perdón a todos aquellos a los que ofendí, y espero poder hacerlo personalmente, en las próximas semanas, en las reuniones que tendré con representantes de las personas entrevistadas”, agregó el pontífice en la misiva divulgada este miércoles por el Vaticano, donde anunció además que se reunirá con enviados de James Hamilton, Juan Carlos Cruz y José Andrés Murillo, los tres hombres que denunciaron a Barros de haber encubierto los abusos del párroco Fernando Karadima.