El general Eduardo Villas Bôas avisó que la fuerza estaba “atenta a sus misiones institucionales”. Nadie se lo pidió.

El jefe del Ejército brasileaño, general Eduardo Villas Bôas, advirtió el pasado martes, por Twitter, que la fuerza estaba “atenta a sus misiones institucionales” y que la institución “repudia la impunidad y respeta la Constitución, la paz social y la democracia”.

Lo hizo horas antes de que la Corte Suprema de Justicia rechazara el “habeas corpus” presentado por la defensa del dos veces ex presidente Luiz Inázio Lula da Silva, que tras una serie de trámites formales deberá cumplir la pena de 12 años y un mes que le aplicó un tribunal federal por actos de corrupción.

Los mensajes de Vilas Boas fueron retuiteados más de 15.000 veces cada uno y tienen más de 40.000 me gusta. 

La clave de la decisión del máximo tribunal constitucional es si Lula puede mantener su candidatura presidencial de cara a las elecciones de octubre, para las que es favorito. De hecho, el PT reaccionó amenazando con sostener a pesar de todo la postulación o considerarlo un proscripto, lo que abriría una nueva fase de la crisis política que atraviesa el gigante sudamericano.

Al indicar que las fuerzas armadas “repudian la impunidad”, Vilas Boas ingresó a un terreno sumamente complicado. Volvió a meter al Ejército en la arena política en un momento de extrema polarización.

Las declaraciones del jefe militar aumentaron las tensiones y llovieron las acusaciones de que el Ejército, que se ha mantenido relativamente callado respecto a temas políticos desde el regreso de la democracia en 1985, estaba sugiriendo cómo quería que decidiera el tribunal respecto a un tema que divide al país.

Los críticos afirman que los comentarios añadieron una presión innecesaria o, quizá, fueron una amenaza velada de intervención militar si el Supremo Tribunal Federal permitía que Lula evite la prisión –aunque sea de manera temporal– y continúe con su candidatura. De hecho esto no sucedió, pero la advertencia pudo haber influido en alguno de los jueces: la votación terminó 6 a 5 a favor del rechazo del planteo de los abogados de Lula.

“Esto definitivamente no es bueno. Si es lo que parece, sería inaceptable otro 1964”, dijo en Twitter Rodrigo Janot, el ex Procurador General, en referencia al último golpe de Estado, que resultó en una dictadura de dos décadas.

Por otro lado, muchos brasileños e incluso otros líderes militares respondieron enfáticamente a los mensajes de Villas Bôas. “¡¡¡Estamos juntos en las trincheras!!! ¡¡¡Pensamos igual!!! ¡¡¡Brasil por encima de todo!!!”, escribió el general Antonio Miotto, por ejemplo.

Lula fue condenado el año pasado por aceptar un soborno en la forma de renovaciones de un departamento de lujo en Guarujá a cambio de facilitar contratos públicos para la constructora OAS. La sentencia fue ratificada y aumentada por un tribunal de apelaciones de Porto Alegre.

Ahora, resta saber cuándo el juez original que lo condenó, el controvertido Sergio Moro, da la orden de detenerlo luego de que se terminen las formalidades procesales de dos apelaciones aún no resueltas.