El primer ministro israelí negó todas las acusaciones, que considera una “caza de brujas” orquestada para echarlo de su cargo.
Los pedidos de renuncia del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu por parte de líderes opositores crecieron en las últimas horas tras la difusión de un nuevo caso en el que se sospecha que obtuvo cobertura favorable del gigante telefónico Bezeq a cambio de favores.
Además, se fortalecieron luego de la detención de un asesor de comunicación cercano al premier, informó hoy la prensa de Israel.
“Israel se merece un primer ministro a tiempo completo y no uno que esté enredado en otras cosas. Que decida él qué prefiere. Si no quiere dimitir, que se declare incapacitado”, dijo Yair Lapid, líder del opositor partido centrista Yesh Atid (Hay Futuro, en hebreo).
Lapid presentó ayer una moción de confianza en el pleno del Congreso y sugirió que el jefe del Gobierno nombre a un sustituto interino de las filas de su partido, el Likud, hasta que la sucesión se resuelva en las urnas.