Messi volvió a ser figura. Ahora, el equipo \”blaugrana\” viaja al Mundial de Clubes con todavía más confianza.

El Barcelona dio el sábado un gran golpe de efecto al adjudicarse el \”Clásico\” derrotando al Real Madrid por 3-1 a domicilio, en el estadio Santiago Bernabéu, en la 15º jornada de la Liga española de fútbol, un resultado que incentiva aún más al equipo catalán de cara al inminente Mundial de Clubes.

El club \”blanco\” consiguió el gol más rápido de todos los clásicos al marcar el francés Karim Benzema a los 22 segundos de juego, tras una presión sobre la defensa barcelonista que provocó un error del arquero Víctor Valdes, al dejarle el balón al argentino Ángel Di María cerca del área.

En esa rocambolesca jugada que terminó desviando apenas el centrocampista catalán Sergi Busquets dos veces, Benzema recibió la pelota sin que Valdés pudiera parar el potente remate del francés.

El trepidante inicio del partido alentaba un nerviosimo por parte de los pupilos de Josep Guardiola y presagiaba un victoria para los madridistas.

Sin embargo, el astro argentino Lionel Messi robó un balón al defensor local Sergio Ramos, lo que provocó una cabalgata del mejor jugador del mundo hacia el arco del guardameta Iker Casillas, quien tuvo que desviar el balón cruzado que lanzó el número 10 del Barça.

En esa jugada el Barcelona encontró su espacio dentro del campo para desarrollar su juego de toque y balón en profundidad hacia los lados, con el defensa brasileño Dani Alves creando peligro en la banda derecha y el atacante chileno Alexis Sánchez haciendo daño por la izquierda.

No obstante, en un terreno de juego húmedo por la incesante lluvia que caía en la capital española, los madridistas siguieron presionando arriba para provocar malos pases. Y con éxito. En un nuevo fallo de la defensa visitante, Benzema le pasó el balón al delantero portugués Cristiano Ronaldo, quien todavía no había aparecido en el encuentro, para disparar al arco en el minuto 24, pero la pelota salió afuera.

Un minuto después, el centrocampista Xabi Alonso realizó una entrada brusca sobre Messi, lo que hizo que el árbitro Fernández Borbalán sacara la primera tarjeta amarilla del encuentro.

Controlando el \”tempo\” del partido, Messi robó la pelota en el medio del campo e inició una jugada personal que terminó con una asistencia a Alexis, que cruzó el balón a la derecha de la valla y sin opción alguna para Casillas.

Con el empate a uno, ambos equipos mantuvieron su táctica, uno la de seguir tocando el balón y los otros presionando arriba, hasta el final de la primera parte.

En el minuto 54, el signo del partido se inclinó hacia los \”culés\” cuando Xavi Hernández, quien cumplió su 600º partido de liga, enganchó un balón que desvió el brasileño Marcelo hacia la portería madridista, lo que propició que Casillas no llegara y el útil entró suave tras rozar el poste.

Este golpe obligó a el entrenador portugués José Mourinho a sustituir al alemán Mesut Ozil por el brasileño Kaká y al francés Lass Diarra por el alemán Sami Khedira, pero sin mayor éxito.

Pese a que Cristiano Ronaldo se mostró más activo en la segunda parte, con una clamorosa ocasión fallada tras cabecear un balón ante Valdés, el Barcelona sentenció el encuentro en un centro del brasileño Dani Alves que terminó con un impecable cabezazo de Cesc Fábregas, ante la impotencia de Casillas (65\’).

Con el enojo de Alonso y Ramos, el Madrid intentó mejorar la imagen volcándose hacia el ataque, lo que se vio reforzado con la entrada del argentino Gonzalo Higuaín por su compatriota Ángel Di María, pero sus esfuerzos resultaron vanos.

Pep Guardiola, en cambio, confió en sus jugadores hasta faltando diez minutos, cuando realizó el primer cambio, el de Fábregas por el maliense Seydou Keita.

Una vez más, los discípulos de Mourinho acabaron superados por un rival que estuvo brillante en todas las facetas del juego y que se mostró paciente en todo momento, a pesar de recibir el primer tanto en contra.