El anuncio del expresidente Mauricio Macri de que no buscará otro mandato en las próximas elecciones abrió el juego para todos los precandidatos del espacio opositor Juntos por el Cambio (JxC), que rápidamente reaccionaron para tratar de llevar los votos que tenía el exmandatario (y que según las encuestas no le alcanzaban para ganar) para su propio molino y así erguirse como la figura que enfrentará al oficialismo en los comicios que tendrán su capítulo PASO en agosto y generales en octubre.

Tras las declaraciones de rigor de ayer minutos después del video de Macri, en las que todos coincidieron en remarcar “la generosidad” y “el ejemplo” del exjefe de Estado para marcar un camino “sin personalismos”, la primera en llevar una acción concreta fue la diputada nacional María Eugenia Vidal, quien dentro del PRO quiere terciar entre el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y la titular del partido macrista, Patricia Bullrich.

La exgobernadora bonaerense difundió una carta pública dirigida a “todos los que quieran ser candidatos” por Juntos por el Cambio con cinco reglas de convivencia, entre ellas, que haya una campaña “austera y sin agresiones”.

Vidal aseguró que “el equipo está y seguirá unido” y que todos tendrán “un proyecto de país en común” para acordar “una plataforma económica común que siente las bases para el progreso, con propuestas reales, concretas y verdaderas. Iluminando, junto con sus actores, todo el potencial de nuestros sectores productivos y economías regionales”.

“Debemos comprometernos a priorizar en cada instancia que nos toque enfrentar nuestro proyecto colectivo por sobre los proyectos políticos individuales y de ambición personal”, reza el cuarto punto”, añadió como cuarta condición.

Por último, pidió “definir nuestras reglas electorales, como el mecanismo que utilizaremos para conformar las listas legislativas. Además, tenemos que acordar una fiscalización conjunta en todo el país, para cuidar los votos de toda nuestra coalición”.

Movimientos en Ciudad de Buenos Aires

Antes del “renunciamiento” de Macri, el expresidente se reunió con Larreta en un encuentro del que no salieron grandes anuncios. Según reveló el diario Perfil, hubo una exigencia del exmandatario para que el jefe de Gobierno bajara sus candidatos en la Ciudad de Buenos Aires y se encolumnara detrás de la figura de su primo y ministro de Gobierno, Jorge Macri.

Sobre Macri, desde la Coalición Cívica de Elisa Carrió filtraon al diario Clarín: “Durante meses, hizo todo el daño que podía hacer, lijó a los candidatos de su espacio todo lo que pudo, pero igual se dio cuenta de que los números no le daban, y como es un jugador, no le gusta perder, y se bajó”. En el portal Infobae la frase fue aún más fuerte: “Si ellos deciden que el candidato único sea Jorge Macri y lo bajan al mejor candidato -para ‘Lilita’-, que es Fernán Quirós, nosotros vamos a ir por Juntos por el Cambio pero con un candidato propio. No vamos a apoyar a Macri””, sentenció.”

El radicalismo reaccionó con la escueta consideración de su titular, Gerardo Morales, de que fue “una buena noticia” el paso al costado macrista. Pero mirando la interna porteña, el senador Martín Lousteau, que aspira a suceder a Larreta en CABA, está a la expectativa de la hasta ahora multiplicidad de precandidatos del PRO.