El secretario general adjunto del sindicato de Camioneros, Pablo Moyano, decidió -por ahora- seguir como cosecretario de la Confederación General del Trabajo (CGT) aunque las diferencias entre los líderes hacen crujir a la central obrera, que apoya la política económica del Gobierno.
“Romper la CGT sería un acto de irresponsabilidad, nuestra y de cualquiera”, sostuvo Mario “Paco” Manrique, de SMATA, al finalizar estemartes una reunión del Frente Sindical por el Modelo Nacional (Fresimona) liderado por Hugo Moyano, padre de Pablo. “La unidad es superior al conflicto”, agregó en el mismo sentido Omar Plaini (Canillitas).
El debate sobre la permanencia o no de Moyano en la cúpula cegetista se produce tras varios desencuentros con los otros sectores del sindicalismo que integran la central obrera, que también conducen Héctor Daer y Carlos Acuña.
El Fresimona -que integra la CGT- está conformado también por otros 80 gremios como Smata y tiene una fuerte vinculación con la Corriente Federal de Trabajadores que lidera el bancario Sergio Palazzo, ya que estos sectores tienen su referencia política con el espacio que representa la vicepresidenta Cristina Kirchner, mientras que Daer y Acuña prefieren mantenerse ajenos a manifestaciones a favor de la exmandataria en medio de su juicio por la causa Vialidad.
A pesar de que todavía no hay “una decisión final tomada” sobre el futuro de Pablo Moyano en la CGT, desde su entorno expresaron cierta molestia con las otras partes de la cúpula sindical, ya que no fueron convocados a participar de una reunión entre el presidente Alberto Fernández y el resto de los sindicalistas en la residencia de Olivos, el lunes por la noche. De ese encuentro participaron Héctor Daer (Sanidad), Carlos Acuña (Estaciones de servicios), Andrés Rodríguez (UPCN), Gerardo Martínez (UOCRA) y José Luis Lingeri (Obras Sanitarias).