El Dr. Miklós Székásy recibió el “Premio Ladislao Biro”, en un acto realizado en la Biblioteca de la Fundación Biro, con la participación de la embajadora de Hungría, Edit Buczi-Szabó; a quien acompañó el consejero de esa representación, József Németh; el exembajador argentino en Budapest Máximo Gregorio-Caernadas; la presidente de la entidad anfitriona, Mariana Biro; los vicepresidentes primero y segundo de la Academia Argentina de Artes y Ciencias de la Comunicación, Roberto L. Elissalde y Gigliola Zecchin; la secretaria del Club Europeo, Eva Zsábo; el señor Nando Jakak y miembros de esa comunidad, familiares del homenajeado y
numeroso público.
La señora Mariana Biro recordó que, como todos los 29 de septiembre, se celebra en Argentina el día del inventor, en homenaje a su padre, don Ladislao, el creador del bolígrafo, y que era una verdadera satisfacción ofrecer esa casa para realizar tan merecido reconocimiento al Dr. Székásy.
A continuación, la embajadora de Hungría expresó su satisfacción por asistir a la entrega de esta distinción, que representa además “el orgullo y legado de Biro”, una figura que hermana ambos países, y recordó una frase del inventor: “No dejen pasar la vida…”, instando a las nuevas generaciones y a todos en continuar la labor que nos ha sido encomendada. Por eso, el reconocimiento a Székásy es a alguien que desde lo profesional, empresarial, académico y cultural a lo largo de su larga vida no ha hecho más que trabajar por el mutuo conocimiento de nuestros pueblos.
El exembajador en Budapest Maximiliano Gregorio Cernadas recordó que el 29 de septiembre, cumpleaños de Ladislao Biro, coincide con el día del diplomático por ser el recuerdo del ángel Gabriel y el anuncio de la maternidad de María Santísima y lo que se hacía en este día era unir y comunicar una vida de servicio útil. Evocó que en el año 2016, cuando se hizo cargo de la representación diplomática, pensó que era el momento de hermanar aún más ambos países y creó el premio Ladislao Biró, del que se hace la quinta entrega, en Buenos Aires por razones excepcionales. Destacó los méritos de los anteriores galardonados, y cuando este año surgió el nombre de Miklós Székáky nadie dudó que acumulaba reconocidos atributos a lo largo de una
vida dedicada a su patria natal y a la Argentina que lo recibió. A continuación, entregó al premiado el diploma firmado por el actual embajador en aquel país Dr. Hernán Patiño Mayer.
El Dr. Szákasky trazó una semblanza de Ladislao Biro, a quien conoció siendo un adolescente con sus padres en una comida en lo de un compatriota, en la que estaba su hija Mariana, destacando una amistad de siete décadas. Recordó la llegada a Buenos Aires de don Ladislao, con una tarjeta que conservaba de casualidad y le abrió las puertas de nuestro país, que era de un señor del cual Biro sabía muy poco, el expresidente Agustín P. Justo, que por la influencia de su nombre pudo viajar a la Argentina, y su actividad en nuestro país. Evocó con emoción a su padre, empresario que estuvo en estas tierras por asuntos mercantiles, las dificultades que les ponían para reunirse la familia y las vicisitudes que pasaron para lograrlo; a su madre
concertista de piano y el abandono de toda la historia al cerrar la puerta del departamento que habitaban, para huir del comunismo. Finalmente, su agradecimiento a este país donde fundaron una familia, y la entrañable amistad con Mariana Biro, que emocionó a los presentes.
Luego, los concurrentes participaron de una amable reunión cuando se sirvió un vino de honor y pasaron a la vecina escuela del Sol donde se exhibió una muestra de colección Biro.