Los dos empresarios acudieron a IDEA, con objetivos distintos. Pero algo los une, sin duda.
A José Luis Manzano no le resulta sencillo moverse en público. En Mar del Plata apareció poco después del mediodía del jueves y no quedaba claro para qué. Nunca da puntada sin hilo, pero avanzada la tarde se develó parte del misterio. El dueño de Swiss Medical, Claudio Belocopitt, hizo una presentación sobre el mercado de la salud que dejó atónitos al centenar de asistentes que decidieron ir a escucharlo. Belocopit usó su espacio para convencer a un auditorio de empresarios de que pagan poco por ese servicio esencial y no tienen empacho en gastarse 40.000 dólares en un BMW. Incluso pasó un video casi surrealista para apoyar su “speach”. Bien, hasta allí la anécdota. Pero Belocopit terminó su discurso y al bajar del escenario lo esperaba un caluroso abrazo de Manzano, que lo había escuchado atentamente desde la primera fila. Debe haber un proyecto de negocio muy interesante para el ex ministro del Interior de Carlos Menem -o una gran necesidad- para que Manzano se haya arriesgado a dejarse ver en un ámbito menos recoleto que un restaurant.