El tradicional Coloquio de Idea, que en los ’90 era un desfile de los principales empresarios del país, se convirtió en un foro de la política “líquida”.
En los ’90, el tradicional Coloquio de IDEA recibía a importantes dueños de empresas como Gregorio Pérez Companc, Santiago Soldati o Amalia Lacroze de Fortabat.
Pero el mismo proceso de los ’90 hizo que muchos tuvieran que vender sus empresas y, al paso del tiempo, dejasen de aparecer en las convenciones.
Hoy IDEA está devaluada. Por los pasillos del Hotel Sheraton de Mar del Plata ya no circulan grandes empresarios sino que se puede ver al ex jefe de Gobierno porteño Jorge Telerman; al ministro de Educación porteño, Esteban Bullrich; al jefe de la Policía Metropolitana, Eugenio Burzaco; o al ex CEO del grupo Pérez Companc, Oscar Vicente.
También se ven CEO’s de compañías medianas y gerentes, pero ninguna cara demasiado conocida. Una decepción para la TV. Y para muchos participantes.
El único que “salva” la situación es Cristiano Rattazzi, presidente y accionista de Fiat y un “número puesto” del Coloquio desde hace más de dos décadas.
En los últimos tiempos, IDEA se transformó en un foro más político que empresario. Pero los empresarios actuales les huyen y la sola mención de la palabra “político” les eriza la piel. Cambio de época.