Más de 40 millones de personas hablan este “idioma” en EEUU.
Como cada 23 de abril, este sábado se celebra el “Día Internacional del Libro” en conmemoración de las muertes de dos de los exponentes más importantes de la cultura letrada moderna: Miguel de Cervantes Saavedra y William Shakespeare.
La fecha es producto de un error. No murieron ambos el mismo día, como se cree, el 23 de abril de 1616. Cervantes, según las actas eclesiásticas de la época conservadas este siglo, falleció un día antes, el día 22, y fue enterrado en una iglesia el 23. En tanto, Shakespeare murió el 3 de mayo. El error de cálculo está basado en que Inglaterra se regía en ese momento por el Calendario Juliano, que difiere en algunos días del Gregoriano.
Quinientos años después, ninguno de estos genios de la literatura hubiese pensado que ese error en la unión de sus muertes se plasmara verdaderamente en la comunión de sus lenguas, dando origen al “spanglish” o “espanglish”, término que desde 2014 es reconocido en el Diccionario de la Real Academia Española.
Para 2015, en EEUU había unos 40 millones de “hablantes” de “spanglish” la mezcla entre el castellano y el inglés que aumenta año a año con el crecimiento de los hispanoparlantes al norte del Río Bravo.
Producto de la fusión entre ambas lenguas, se han popularizado términos como:
Mopear (usar mopa o mope en inglés para tareas de limpieza)
Vacumnear (aspirar, proveniente del término vacuum que significa aspiradora)
Parquear (como sinónimo de estacionar y que utiliza la palabra parking)
Rufo (techo, adoptado por el término en inglés roof)