Una exposición que el fallecido artista argentino nunca llegó a mostrar en el Museo Nacional de Bellas Artes y que pretendía homenajear a la colección Guerrico, se puede visitar hasta mediados de abril en Proa 21, en La Boca.
“Lucio Dorr-Colección de colecciones”, una exposición que el fallecido artista argentino nunca llegó a mostrar en el Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA) y que pretendía homenajear a la Colección Guerrico de esa institución, se puede visitar hasta mediados de abril en el espacio experimental Proa 21, del barrio porteño La Boca.
La muestra, curada por Santiago Bengolea (quien también había sido el curador de la exposición inicial), propone transformar un segmento del archivo personal del artista en una nueva obra de arte, y fue pensada originalmente para un espacio contiguo a la Sala de Exposiciones temporarias del MNBA.
A lo largo de la pared de la sala, uno junto a otro, se exhiben aproximadamente 50 schablones de impresión de distintos formatos, es decir, aquellas matrices o dibujos originales que Dorr (1969-2013) realizó desde 1998. Cada uno es la matriz de una sola pieza original que ya fue realizada.
Artista relevante de la escena local y renovador desde distintos registros de la tradición geométrica argentina, Dorr llevó adelante un trabajo que cruza distintas disciplinas como la arquitectura, el diseño gráfico y la pintura, siempre con una lectura muy actual de lo urbano, con métodos de producción ligados, según sus propias palabras, a la “disciplina proyectual del paisaje”.
Las obras de Dorr son expansivas con muchas capas de información que funcionan a la manera de un caleidoscopio proyectando formas e imágenes como reflejos claros de la vida urbana y lo orgánico del movimiento.