El presidente ruso consiguió su cuarto mandato, desde que accedió al poder en 2000.
El presidente ruso, Vladimir Putin, obtuvo este domingo un aplastante respaldo en las urnas con el 75 por ciento de los votos -escrutadas la mitad de las mesas electorales- y accedió a un cuarto período presidencial que culminará en 2024.
Tras llegar por primera vez al poder en 2000, el líder ruso superó su marca de 2012, cuando obtuvo el 63,6 por ciento de los sufragios, aunque los primeros datos indican que la participación fue aún mayor que hace seis años.
El mandatario de 65 años superó al candidato comunista Pavel Grudinin, que obtuvo el 13,4% de los votos, al ultranationalista Vladimir Jirinovski (6,3%) y a la periodista cercana a la oposición liberal Ksénia Sobtchak, que fue votada por 1,4% del padrón.
“íSomos un gran equipo nacional que está destinado al triunfo!”, agitó Putin a sus seguidores desde el escenario donde se organizó un concierto para festajar su victoria.
El presidente agregó que es necesaria la unidad nacional y pidió a sus compatriotas “pensar en el futuro de nuestra gloriosa patria”. Y luego le pidió a los asistentes que corearan “¡Rusia! íRusia!”
La última semana de campaña estuvo marcada por un nuevo pico de tensión entre Moscú y Occidente debido al envenenamiento en Inglaterra del ex agente doble Sergei Skripal y su hija, quienes permanecen hospitalizados en Londres en grave estado.
Moscú anunció ayer la expulsión de 23 diplomáticos británicos en represalia por una medida similar adoptada por el Reino Unido, pero hoy, en su discurso, Putin dijo que está dispuesto a colaborar con las autoridades británicas para establecer qué fue lo que sucedió con Skripal.
Además, la elección se celebró simbólicamente cuatro años después de la ratificación de la anexión de la península de Crimea por parte de Rusia, decidida al término de un referéndum considerado ilegal por Ucrania y por las potencias occidentales.
“Nadie quería hablarnos, nadie quería escucharnos. ¡Escúchennos ahora!”, lanzó Putin a los dirigentes occidentales durante su último gran discurso, a principios de marzo.
Cuando Putin comenzó su primer mandato su país era inestable y con una economía quebrada, pero ahora muchos de sus conciudadanos lo alaban, asociándolo con la estabilidad y una nueva prosperidad favorecida por la actividad petrolera.
Sus detractores, sin embargo, denuncian que la prosperidad es a costa de un retroceso en materia de derechos humanos y libertades individuales.
A nivel internacional, Putin ha conseguido restaurar la influencia de Rusia en varios lugares del mundo, deteriorada tras la caída de la Unión Soviética y los años caóticos bajo el mandato de Boris Yeltsin.
Moscú tiene activa participación en la guerra en Siria, donde combate a los rebeldes financiados por Occidente y a los restos del Estado Islámico.