El dolmen de Guadalperal, también conocido como el “Stonehenge español”, ha resurgido en el embalse de Valdecañas, en Extremadura, a causa de la sequía extrema que azota a Europa, informan medios locales.
“No ha llovido lo suficiente desde la primavera. No hay agua para el ganado y tenemos que transportarlo”, lamentó José Manuel Comendador, un ganadero local.
Mientras, otro agricultor de la zona, Rufino Guinea, asegura que su cosecha de pimiento dulce ha sido devastada como consecuencia del adverso clima.
Por su parte, Enrique Cedillo, de la Universidad Complutense de Madrid, aseguró que se trata de “una sorpresa”, de “una rara oportunidad para acceder” al monumento megalítico, que tendría entre 5.000 y 7.000 años de antigüedad.
La reaparición del “Stonehenge español” ha generado que varias personas visiten la zona, curiosos por contemplar el antiguo monumento. “Emerge el dolmen y comienza el turismo de dolmen”, comentó Rubén Argentas, propietario de un pequeño negocio de excursiones en barca.
¿Cómo es? El dolmen de Guadalperal está compuesto por 140 piedras con claros signos de deterioro y fue descubierto por el arqueólogo alemán Hugo Obermaier en 1926, pero en 1963 quedó sumergido bajo el agua cuando se construyó un embalse en la zona.
Por esta razón, el monumento solo es visible en épocas de mucha sequía, como la de este año, que ha provocado la caída del nivel del agua del depósito artificial al 28 % de su capacidad. En las últimas seis décadas solo se ha vuelto completamente visible en cuatro ocasiones.
De acuerdo con un estudio publicado el mes pasado en la revista Nature Geoscience, el cambio climático ha dejado a la península ibérica en su nivel más seco de los últimos 1.200 años, y se espera que las lluvias en invierno disminuyan aún más.