Dos de los policías bonaerense que habían sido separados de sus cargos y pasados a disponibilidad por los incidentes que generaron la muerte del simpatizante de Gimnasia y Esgrima César Regueiro, que falleció por un paro cardíaco en los momentos de pánico por la represión de este jueves en el Bosque, fueron detenidos en la noche de este sábado por orden del juez de garantías Agustín Grispo tras un pedido del fiscal Martín Almirón.
Se trata del comisario Juan Manuel Gorbaran, jefe del operativo, y del oficial principal Fernando Falcón, el uniformado que le disparó e hirió con postas de goma al camarógrafo Fernando Rivero, de TyC Sports.
Más allá de los arrestos de estos dos uniformados, el descontrol operativo expuesto por la Policía bonaerense en la cancha de Gimnasia y en sus alrededores derivó en una llamativa resolución administrativa.
Tras la trágica noche en La Plata el cuerpo bonaerense de control de manifestaciones perderá uno de sus recursos más utilizados al prohibírsele a la Policía el uso de gases lacrimógenos en los estadios de fútbol.
Todas las unidades bonaerenses recibieron anoche el radiograma con la directiva del Ministerio de Seguridad: “Se comunica a todos los jefes de destacamento que a partir de la fecha queda prohibido el retiro y uso de pistola lanzagases y granadas de mano en los encuentros deportivos; solo queda autorizado el uso de dispersores”. La notificación oficial fue dirigida, especialmente a las unidades que dependen de la Dirección de Infantería.
El desmedido -por la falta de objetivo concreto en la operación- uso de gases lacrimógenos en el estadio platense provocó un caos. “El operativo falló con la estampida de represión, gases lacrimógenos y balas de goma cuando no había un enfrentamiento”, dijo Carlos Bianco, jefe de Asesores del gobernador Axel Kicillof.
El ministro de Seguridad, Sergio Berni, fuertemente cuestionado por la oposición pero de nuevo por sectores del Frente de Todos, no había anticipado una medida de estas características en sus muchas entrevistas periodísticas tras los graves incidentes, en las que se dedicó a desligarse de responsabilidad sobre el manejo del fallido operativo.
Otro interrogante aún no tiene respuesta: ¿la policía bonaerense podrá portar, exhibir y utilizar gases lacrimógenos en otras manifestaciones, como cortes de calles o protestas frente a comisarías? Y la duda principal: ¿Tiene la Infantería bonaerense una doctrina diferente para recuperar una posición en disputa o solo está preparada para gasear zonas en búsqueda de despejarlas de manifestantes o hinchas?
El empleo de las escopetas con perdigones de goma fue más grave, incluso, que el uso indiscriminado de los gases, tal como lo demuestra el disparo al camarógrafo de TyC y otros videos que se viralizaron en las redes sociales en los que aparece la única forma no indicada para utilizar postas no letales: el disparo a corta distancia.