Francia se ha mostrado reacia a la idea de construir un gasoducto entre la península ibérica y el resto de Europa a través de los Pirineos para aliviar la tensa situación energética en la región con el argumento de su alto costo.
París se expresó en contra del proyecto conocido como MidCat, que fue suspendido en 2019, porque obligaría a erogar unos 3.000 millones de euros, y tardaría mucho tiempo en completarse.
El ministerio de Transición Energética de Francia expresó en un correo electrónico, revelado por el diario El País y otros medios españoles, que “un proyecto así requeriría, en todo caso, numerosos años para ser operativo (el tiempo de estudios y de obras para este tipo de infraestructuras toma siempre muchos años) y no respondería, pues, a la crisis actual”.
Según la autoridad francesa, en lugar de optar por el gasoducto habría que centrarse en las nuevas terminales para recibir el gas natural en barcos desde los países del golfo Pérsico o de Estados Unidos, ya que esta alternativa supone “inversiones menores y más rápidas”.
Otro argumento francés en contra del proyecto MidCat son las preocupaciones medioambientales. Antes de iniciar la construcción de nuevos gasoductos, el Ministerio aconsejó tener en cuenta los desafíos climáticos y apuntar al objetivo de “prescindir de las energías fósiles de aquí a 2050”.
“Proyectos de interés común”. La vicepresidenta y ministra de Transición Ecológica del país ibérico, Teresa Ribera, cree por su parte que el ducto podría estar finalizado “en unos ocho meses”, pero —advirtió— tendría que costearlo la Unión Europea.
Desde Bruselas no se oponen a esta idea, pero argumentan que la financiacióndependerá de si hay acuerdo entre Madrid y París.
“Estamos preparados para apoyar proyectos que se encuentran alineados con los objetivos marcados por el plan de REPowerEU”, explicaron fuentes comunitarias al diario El Mundo. “Con nuestras propuestas, ponemos a disposición de los Estados miembros fondos del Instrumento de Recuperación y Resiliencia, además de aquellos disponibles bajo el Mecanismo de Conectar Europa para proyectos de interés común”, añadieron.
El gasoducto MidCat, ideado para conectar Francia y España a través del Pirineo catalán, fue parte de la lista de proyectos de la Comisión Europea hasta que París y Madrid lo frenaron en 2019. Esa conexión añadiría 7,5 millones de metros cúbicos de gas a la capacidad total de exportación de España, hasta los 15.000 millones de metros cúbicos.
Además del MidCat, previamente la UE también planteó la posibilidad de construir una nueva tubería de 700 kilómetros que iría desde Barcelona (España) hasta Livorno (Italia), a través del Mediterráneo.