La historia, el sujeto y el pensamiento crítico han sido enterrados en una tumba sin nombre en la que todavía yacen sin que nadie los llore. Y lo peor: no sabemos si este descanso será eterno.
Las PASO reflejaron el hartazgo de una sociedad que ha dicho basta y ha canalizado el desasosiego y la bronca en empatía con la dialéctica frontal de Javier Milei, políticamente incorrecto para el status quo establecido como Biblia pero el más votado de todos.
Pedro Sánchez supo quienes eran sus socios políticos y Feijoó mostró una carencia absoluta de "realpolitik" descalificando a VOX. Ahora, el segundo (PSOE) y el cuarto (SUMAR) están más cerca de conservar el poder que el PP ganador.
Estamos en problemas, en un momento de cambio epocal, donde las estructuras de la modernidad están derrumbándose abriendo el camino a una Edad oscura, una situación arcaica similar a lo que ocurrió tras la caída del Imperio Romano.