La devaluación realizada por el Banco Central (BCRA) al día siguiente de las elecciones PASO, que llevó a una depreciación del peso de 21,6% con respecto al dólar oficial, fue el principal impulso para el repunte de la inflación, que en julio había estado en 6,3%.
El parte oficial describió que los pedidos de importación se componen de 475 millones de dólares de bienes intermedios (insumos y bienes para la producción); 175 millones de dólares de piezas y accesorios (repuestos); y 68 millones de dólares de bienes de consumo.