El Sínodo de la Familia había generado mucha expectativa por eventuales anuncios de Francisco sobre alguna flexibilización de las estrictas reglas del catolicismo. ¿Encajan los nuevos modelos de familia?
A la Iglesia le llevó más de un siglo sacar del índice de libros prohibidos al libro de Galileo ¨Diálogo sobre los dos máximos sistemas del mundo¨ (donde describe y prueba el movimiento de la Tierra alrededor del sol), y más de tres siglos y medio (recién en 1992!) en admitir que fue un error haber sometido a Galileo a la Inquisición… ¿cuánto tiempo le llevará reconocer que hoy son más las familias que no entran en sus estrictos cánones que las que sí los cumplen?
Había muchas expectativas puestas en el Sínodo de Obispos desde el año pasado, cuando se empezó a recabar propuestas e inquietudes en las distintas partes del globo. Expectativas de divorciados vueltos a casar, de personas y parejas homosexuales y trans, de las familias en general y las mujeres en particular por la planificación de fertilidad y el aborto. Pero, a pesar de los avances en todas las sociedades en pos de la igualdad, estas voces no han logrado hacer eco en la jerarquía eclesiástica.
Ya la composición del Sínodo era y es sospechosa. Un sínodo sobre la familia integrado por 270 varones célibes, que nunca han vivido en carne propia lo que implica una pareja y una familia. Dieciocho matrimonios, que por supuesto entran absolutamente en los cánones tradicionales. Y trece mujeres expertas. En total, 288 varones y sólo 31 mujeres para tratar un tema al que se asocia profundamente a la mujer. Pero el Papa se encargó bien de aclararlo: ¨no es un parlamento donde se vota¨. Menos mal. Que las mujeres arañen un 10 por ciento de posibilidad de voz y voto ya es mucho para la Iglesia.
Con esta configuración era y es altamente improbable un cambio de doctrina, cambio que hace años viene reclamando…. la propia Iglesia. Muchos religiosos, y sobre todo religiosas, vienen trabajando para que en la Iglesia la mujer pueda tener un rol más activo, para que mujeres puedan ser ordenadas sacerdotes como en tantas otras religiones. Existen sacedotes mujeres luteranas, metodistas y también rabinas. La Iglesia Católica, en cambio, excomulga a las mujeres que sean ordenadas y a los obispos que las ordenen… equiparando en castigo una ordenación con la pedofilia.
Ni hablar de la homosexualidad… El día anterior al inicio del Sínodo, Krzysztof Charamsa, sacerdote polaco de 43 años, miembro de la Congregación para la Doctrina de la Fe, confesó que es homosexual, que vive en pareja, y que muchos de los curas lo son pero no se atreven a confesarlo. La respuesta no se hizo esperar: en ese mismo momento fue expulsado del Vaticano y despedido de la Universidad Pontificia. Y ahí, antes de comenzar el Sínodo se truncó la esperanza de una apertura de la Iglesia Católica al colectivo LGTBI. Por si quedaba alguna duda, Francisco recordó que ¨el sueño de Dios es el amor entre un hombre y una mujer. Pero esa es una interpretación católica… otras iglesias cristianas, por ejemplo la Luterana, casa a parejas homosexuales desde hace varios años. Y esta iglesia, junto con otras, tal vez sepan tanto o más de familia que la Iglesia Católica por una simple razón: sus pastores se casan y tienen hijos…
Otro gran grupo que esperaba un cambio en la doctrina son lxs divorciadxs vueltos a casar… hoy se calcula que cada dos matrimonios, uno se divorcia. Pero para la Iglesia el divorcio significa ¨egoísmo¨, así que no, tampoco hay lugar para ellxs. Si quieren ser aceptados, pueden separarse de su cónyuge, pero no rehacer una pareja.
Con una definición tan estricta de familia no sería extraño que la cúpula eclesiástica se quede sin rebaño. Quizás se está olvidando el origen de la palabra: ecclesia, es decir ¨asamblea¨. Y que iglesia somos todxs lxs que participamos de la misma.
* Médica Pediatra y Sexóloga Clínica
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