Antes de 2018 deberá edificar 5.000 viviendas y poner en valor la infraestructura de Colón, una de las zonas francas más importantes del mundo.
El gobierno panameño formalizó este lunes el inicio de las obras, a cargo de la constructora brasileña Odebrecht, para renovar la ciudad atlántica de Colón, la segunda más importante del país y castigada en la actualidad por la violencia y la pobreza.
“Esto es mucho más que un proyecto de infraestructura, esto es un proyecto humano que permitirá que los niños crezcan en una ciudad segura, próspera, con empleo y oportunidades para todos”, dijo el presidente panameño, Juan Carlos Varela, durante su discurso de inauguración del proyecto.
Ochenta kilómetros al norte de la capital panameña, Colón es la segunda ciudad más importante del país, donde se ubica la entrada al Canal de Panamá por el lado Atlántico y sede de una de las zonas francas más importantes del mundo.
El proyecto consiste en la construcción para 2018 de 5.000 viviendas, canchas deportivas, parques, mejoramiento del sistema sanitario, soterramiento de cables, aceras, escuelas y la reconstrucción de edificios históricos.
El gobierno panameño promueve una ley para que en una zona de la ciudad se pueda comprar libre de aranceles hasta por 1.000 dólares semestralmente, lo que unido a nuevos planes para la atracción de cruceros, permitiría aumentar el turismo.
Las obras están en manos de la empresa brasileña Odebrecht, integrante del consorcio Nuevo Colón junto a la panameña Constructora Urbana (CUSA), que ganó la licitación en junio al ofertar los trabajos en 537 millones de dólares.
A Colón llegaron miles de personas en los siglos XIX y XX, principalmente afroantillanos, para la construcción del ferrocarril y el Canal.
Además, es la capital de la provincia del mismo nombre, donde está ubicado Portobelo, uno de los puertos más importantes en la época colonial donde los españoles embarcaban el oro procedente de Sudamérica rumbo a Europa.
Sin embargo, actualmente se encuentra castigada por la pobreza y la delincuencia, y muchas de sus casas, algunas de madera, están en condiciones de abandono pese a estar habitadas y son afectadas por aguas negras, entre otras calamidades.
“La ciudad de Colón, que ayer fue dueña de una actividad próspera y dinámica, será completamente renovada y revitalizada para que asuma su protagonismo como creadora de riquezas”, dijo Varela.