A medida que bajan las aguas, la gente regresa a sus hogares. Se esperan vientos de hasta 70 km por hora del sur.
Una lenta bajante de los ríos se registraba hoy (jueves 13) en la provincia de Buenos Aires, donde las inundaciones dejaron cuatro muertos y 6.000 evacuados según las autoridades, que alertaron por fuertes vientos en las próximas horas.
El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, hizo un balance luego de visitar zonas afectadas por las fuertes lluvias de la última semana, en especial las ciudades de Luján, Mercedes, Salto y San Antonio de Areco, al noreste de la provincia de Buenos Aires.
En la rica pampa húmeda, corazón agropecuario del país, persistían rutas intransitables, campos anegados, cortes de energía y miles de evacuados en centros de ayuda.
Unas 11.000 personas llegaron a estar evacuadas en los últimos siete días, pero varios miles habían regresado a sus viviendas hasta este miércoles, según Fernández.
La provincia de Buenos Aires, del tamaño de Italia y la más poblada del país que representa cerca del 35% del PBI nacional, es la más afectada junto con La Pampa y el sur de Santa Fe.
El operativo del Gobierno incluye centenares de gendarmes (policía militar) y efectivos del Ejército, –que trabajan en la distribución de agua potable y alimentos–, vehículos, botes y maquinaria vial.
La situación podría empeorar hoy, cuando se espera que se produzca una sudestada, consistentes en fuertes vientos de hasta 70 km por hora que empujan el agua del río de la Plata hacia adentro del territorio, dificultando el drenaje de los cauces en las zonas inundadas.
Daniel Scioli, gobernador de la provincia de Buenos Aires y candidato a suceder a Kirchner en diciembre próximo, decidió poner fin a un viaje que tenía programado con su esposa a Roma, adonde había llegado este miércoles para un tratamiento médico.
La ausencia de Scioli, el candidato a presidente más votado en las primarias del domingo último, despertó críticas en momentos en que una zona importante de la provincia que gobierna está en emergencia.