El titular de la Cámara alta rechazó acelerar el análisis de las cuentas del gobierno impulsado por el líder de Diputados, el opositor que promueve el juicio político de Rousseff.

El titular del Senado brasileño, Renán Calheiros, descartó hoy (martes 11) que vaya a dar curso a un pedido de juicio político contra la presidenta, Dilma Reousseff , una bandera defendida por la oposición, y propuso una agenda de reformas para enfrentar la crisis económica que atraviesa el país.

El titular de la Cámara alta rechazó acelerar el análisis de las cuentas del gobierno en 2014 impulsado por el líder de Diputados, Eduardo Cunha, considerado ahora el opositor más convencido de promover el juicio político (“impeachment”) contra la primera mandataria.

Si el Senado no revisa el balance de la gestión de Rousseff  no habrá, al menos por ahora, argumentos formales para un eventual pedido de enjuicimiento.

Previsiblemente, Rousseff dijo en el Palacio del Planalto, la sede del Ejecutivo, en Brasilia, que está “muy de acuerdo” con la postura de Calheiros, quien ayer había propuesto una agenda de reformas económicas para facilitar una salida a la crisis.

El líder del Senado adoptó una posición más conciliadora que Cunha, quien cuestionó hoy el encuentro que ayer mantuvieron senadores y representantes del Gobierno en el Palacio da Alvorada, la residencia presidencial, y advirtió que el Congreso está compuesto por “las dos Cámaras y no por una”.

Anoche, Rousseff cenó con un grupo de senadores a los que les pidió colaborar con la gobernabilidad del país, jaqueado por la crisis económica y en donde hay sectores apostando al lema trotskista de “cuanto peor mejor”.

La Presidenta les propuso a los legisladores que aprueben las iniciativas enviadas para facilitar el plan de ajuste que considera indispensable para reencauzar la economía.

Acompañada por el ministro de Hacienda, Joaquim Levy, Dilma instó a los parlamentarios a que la Cámara alta actúe como un “poder moderador” frente al clima de conmoción política y recesión económica.

En una semana marcada por la convocatoria a una marcha opositora para el domingo, Rousseff instó a los senadores a que actúen con responsabilidad y hagan del Congreso un “espacio de equilibrio”, según informó hoy el diario Folha de Sao Paulo.

Antes de esa reunión en Brasilia, Rousseff encabezó una ceremonia en el estado de Maranhao, donde deploró a los grupos opositores que apuestan al “cuanto peor mejor” para sacarla del Gobierno.

El discurso de la jefa de Estado estuvo en línea con Calheiros, quien aseguró que no va a “poner fuego” sobre una situación bastante explosiva.

El ministro de Información, Edinho Silva, dijo hoy que la Administración Rousseff, en su segundo mandato, apuesta por un diálogo con todos los sectores del país para superar la “crisis política” que “contamina” a la economía.

Los escándalos de corrupción destapados en la estatal Petrobras, que salpican a varios de los partidos de la coalición de gobierno y a una veintena de empresas privadas, y el deterioro de la economía, que, según proyecciones oficiales este año se contraerá cerca de 1,5 %, tensionaron el clima político del país.

La crisis económica puso en alerta al Gobierno y hasta se especuló con un regreso al gabinete del ex presidente y líder del Partido de los Trabajadores, Luiz Inácio Lula da Silva, quien no aceptó la propuesta de Rousseff de ocupar uno de los ministerios.

“Lula rechazó el convite porque considera que su misión en estos momentos es recorrer el país para defender al gobierno y al Partido de los Trabajadores”, afirmó hoy el diario Valor Económico.

Para el ministro de Información el problema “es político” e indicó que la Presidenta apuesta a un profundo y continuo diálogo con el Parlamento para superar las dificultades.

Mencionó como ejemplo la cena de anoche con los 43 senadores, en la que participaron 21 de sus 39 ministros y en la que se insistió en la necesidad de que las medidas de ajuste sean aprobadas con celeridad.

Silva garantizó que ese diálogo también se da en el Congreso con sectores de la oposición que “son estadistas” y “contribuyen al juego democrático”.

Sin embargo, subrayó que en el arco opositor existen otros grupos que “sólo quieren lo peor”, lo que dificulta el diálogo porque “sólo se puede dialogar con quien quiere hacerlo”.

Sin nombrarlo, criticó también al opositor Aécio Neves, del Partido de la Socialdemocracia Brasileña (PSDB), quien reiteró hoy su respaldo a la marcha del domingo, que tendrá como banderas el juicio político y el pedido de renuncia de Rousseff.

En relación a la marcha, el ministro dijo que “el gobierno observa esos movimientos y las manifestaciones que pueda haber con naturalidad” y con “respeto” porque expresan críticas de la sociedad.

Según Silva, “el gobierno tiene que dedicarse a gobernar” y a crear las “condiciones necesarias para una rápida recuperación de la economía”, que, en su opinión, comenzará a “enderezar el rumbo cuando tengan efecto las medidas” contempladas en el plan de ajuste fiscal promovido por el Ejecutivo.