Las disidencias internas en las centrales empresarias terminaron por socavar el poder de representación de algunas de ellas. La UIA comenzó un lento \”regreso\” el año pasado, pero la AEA, controlada por Clarín y Techint, pretendía seguir con el cuchillo entre los dientes. El sopapo del 14. Algunas claves del futuro y el \”tironcito\” de orejas a Biolcati.
Por César Massat
La Asociación Empresaria Argentina (AEA) se convirtió, en los últimos años, en el espacio que construyeron los grandes grupos para enfrentar al kirchnerismo en el poder. Techint y Clarín tuvieron en ese espacio influencia decisiva y lograron arrastrar a la Unión Industrial Argentina (UIA) y a otras gremiales empresarias hacia sus posiciones antagónicas del gobierno.
Después del 14 de agosto, en la AEA comenzaron a hacerse patentes algunas discrepancias internas sobre la marcha del país. Las percepciones distintas son naturales en cualquier organización, pero un sector le reclama al otro que \”bajen los decibeles\” en su disputa con la Administración Kirchner. Uno de los referentes de los \”acuerdistas\” –aunque no les gusta ese mote–, le explicó a gacetamercantil.com que \”el resultado del 14 no da espacio para seguir planteando las disidencias desde el lugar que se lo hacía: cualquier opositor, hoy, sea político o empresario, debe tomar un baño de humildad y esperar un mejor momento para volver a plantear críticas\”.
La partición de la AEA no es un hecho, pero está claro que ha ingresado a un cuarto menguante y que su existencia dependerá ahora de la postura de Clarín y Techint. \”Si no tensan la cuerda, podrá seguir subsistiendo. Si fuerzan definiciones, va a haber un cisma\”, advirtió otro de los \”moderados\”, entre los que ya despuntaban en el último año Cristiano Ratazzi, Alejandro Roemmers, Sebastián Bagó y Carlos Miguens.
Hace exactamente un año, Miguens y Bagó fueron críticos de la difusión de una foto de la cumbre que el CEO de Clarín, Héctor Magnetto, coordinó entre la cúpula de la AEA y la UIA. \”Los industriales estamos para producir, no para sacarnos fotos ni pelearnos con el Gobierno\”, fue el concepto que deslizaron en una reunión de la entidad en Cardales. La disidencia fue en privado pero decidieron filtrarla.
A los referentes de la moderación empresaria no les preocupa que del otro lado los acusen de bajar el tono por conveniencia. Es cierto que Bagó y Roemmers se suben al avión presidencial en la mayoría de las giras internacionales. Y que Ratazzi no conoció un momento mejor de la industria automotriz que el que se vive hoy. Lo mismo podría aplicarse a Miguens, que incursionó en el negocio de la energía con el kirchnerismo en el poder y es muy probable que vea mejorar sus números en un futuro próximo, con el reacomodamiento de las tarifas y los subsidios (hasta ahora esa medida nunca salió del estado de promesa). El pragmatismo está en la esencia de todo empresario, y la cercanía con el poder de turno en un país donde el Estado tiene tanta influencia en los negocios privadas es una condición primero de supervivencia y luego de éxito.
En efecto, el 7 de agosto de 2010 Magnetto apareció del centro a la derecha de la foto tomada en la sede de la UIA, que fue distribuida profusamente como para que no hubiera medio que no la publicara. Fue una demostración de su capacidad de convocatoria pero el desafío antiK involucró a todos y la toma de distancia de algunos mostró que no le podían decir que no al CEO de Clarín en la cara, pero que buscaban –y necesitaban– desmarcarse.
La dura interna en la UIA estaba en su apogeo y aquella imagen le sirvió a José Ignacio de Mendiguren para forzar su regreso a la conducción de la entidad, presentándose como un candidato que podía articular los reclamos del sector al Gobierno sin hostilizarlo. De igual modo, Luis Betnaza, de Techint, se ubicó cerca del \”vasco\”, un hombre antes considerado \”de Techint\”, en el gobierno de la UIA.
La AEA, en tanto, ya venía sufriendo una sangría por sus posturas extremas y la performance de CFK del domingo 14 terminó de instalarla en una sala de terapia intermedia.
En la línea de un nuevo relacionamiento debe entenderse la declaración de Mendiguren sobre la última reunión deñ G-8, en la que aseguró que hubo un \”tirón de orejas\” para Hugo Biolcati, el presidente de la Sociedad Rural, por sus declaraciones sobre Tinelli, los plasmas y el voto de la mitad de los argentinos en favor del oficialismo.
Difícilmente haya nuevas fotos \”obligadas\”. Al menos por un tiempo. Pero los \”ultras\” continuarán agazapados a la espera de un cambio de viento. La crisis internacional y su posible impacto en la región comienzan a ser el \”leit motiv\” de los economistas atentos a los humores empresarios. Los \”disparos\” saldrán de otros frentes, que ahora toman la posta.