Irene Bergman cumple 100 años en agosto y critica a los actuales operadores de Wall Street porque hay \”más puñales escondidos\” que cuando ella empezó a trabajar, en 1942.
Irene Bergman, la “broker” más anciana del mundo, rompe con el estereotipo de Wall Street, un mundo muy competitivo, de traiciones, negocios y ambiciones, donde la rapidez y el olfato para los negocios es sinónimo de velocidad en la toma de decisiones a la hora de comprar y vender acciones.
Con su cumpleaños número 100 a la vuelta de la esquina, el 2 de agosto, esta centenaria asesora financiera vio todos los cambios que experimento el mundo bursátil y sentencia que “ahora todo es mucho más competitivo, hay muchos más puñales escondidos”.
Nunca se casó, no tuvo hijos, tiene cuatro personas que atienden todas sus necesidades, un perro como mascota y trabaja a la par de los jóvenes más prometedores de Wall Street.