La duda radica en la actitud que tomarán los diputados de Syriza, el partido de izquierda del primer ministro que está en contra del ajuste.
Un nuevo reto político se le plantea hoy (miércoles 22) al primer ministro griego Alexis Tsipras: frenar la erosión de su mayoría en la votación parlamentaria de un segundo paquete de reformas exigido por su acreedores antes de validar la ayuda financiera internacional.
La adopción de este texto -una reforma de la justicia civil y la transposición de una directiva europea sobre los bancos- por una mayoría de los 300 diputados no ofrece muchas dudas.
La duda radica en la actitud de los diputados de Syriza, el partido de izquierda radical del primer ministro.
El proyecto de ley será examinado en comisión parlamentaria por la mañana. Y por la noche debería llegar la votación en sesión pública.
El sindicato de funcionarios Adedy y el sindicato PAME, cercano al Partido Comunista han convocado una concentración de protesta cerca del Parlamento al anochecer.
El primer proyecto de ley adoptado con carácter urgente el pasado miércoles, dos días después de la conclusión con fórceps de un acuerdo entre Grecia y sus acreedores sobre la negociación de un tercer plan de rescate financiero, fue adoptado con comodidad por 229 diputados de 300.
Sin embargo, Alexis Tsipras perdió su mayoría absoluta en el Parlamento y tuvo que apoyarse en los votos de la oposición.