El físico británico tuvo encarnizadas rivalidades en el ámbito académico, odio hacia su padrastro y poca tolerancia a la crítica.
El físico británico Isaac Newton ha quedado en la historia por explicar la ley de la gravedad, el invento del cálculo infinitesimal y como una de las mentes más brillante de los siglos XVII y XVIII.
Sin embargo, el costado personal del genio tiene muchos puntos oscuros que valen la pena repasar. Un padrastro al que odiaba, los rivales en el ámbito académicos con los que vivió recíprocas acusaciones de robo de ideas y descubrimientos y su poca tolerancia a la crítica.
El invento del mito de la historia de la manzana que lo ayudó a definir su teoría sobre la ley de la gravedad, su sed de poder y su arbitrario manejo al presidir la “Royal Society” de Londres, todas historias atrapantes alrededor de una personalidad única.