Un día antes de la llegada del Sumo Pontífice para la Jornada Mundial de la Juventud, se manifestaron con lemas como \”Dios sí, Iglesia no\”, \”No con mis impuestos\” o \”Esta no es la juventud del Papa\”. Cuestionan los 50 millones de euros que cuesta esa visita.
Miles de personas se manifestaron hoy (miércoles 17) en Madrid contra la visita del Papa Benedicto XVI y la financiación pública de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), ante la mirada de los peregrinos católicos con los que mantuvieron un tenso cara a cara en algunos momentos.
Un día antes de la llegada a Madrid del Papa para presidir el evento, y convocados por asociaciones laicas, cristianas progresistas, ateas, de izquierdas y de homosexuales, los manifestantes recorrieron el centro de Madrid con lemas como \”Dios sí, Iglesia no\”, \”No con mis impuestos\” o \”Esta no es la juventud del Papa\”.
La manifestación recorrió el centro de Madrid, pasando por la Puerta del Sol, donde los manifestantes se encontraron con cientos de peregrinos, con algunos de los cuales mantuvieron tensos cara a cara separados por un importante cordón policial.
\”¡Viva el Papa!\”, \”¡Esta es la juventud del Papa!\”, gritaron los peregrinos, algunos de los cuales rezaron y cantaron al paso de la manifestación, mientras los manifestantes respondieron con un \”Yo soy pecador, pecador, pecador\”.
Banderas republicanas y con los colores del arco iris, ondeaban sobre los manifestantes, que criticaron la utilización de recursos públicos en favor de un evento religioso.
\”Se les están dando unas facilidades que a otras personas no les dan por el mero hecho de ser religiosos, como la apertura de colegios públicos, polideportivos y la rebaja del precio del metro\”, dijo a la agencia de noticias AFP Irene, una joven estudiante.
\”Que cada uno crea lo que quiera, pero si viene su líder, que paguen ellos\”, afirmó la joven.
Según los convocantes de la protesta, las administraciones estatal, regional y local gastaron unos 100 millones de euros en las JMJ y la visita del Papa para destinar a seguridad, alojamientos gratuitos en colegios y polideportivos públicos, y la creación de un pase de metro rebajado, poco después de anunciar una suba del precio del boleto del colectivo de 1 a 1,50 euros.
Por eso, en el manifiesto de la marcha reclaman a las administraciones públicas \”que dejen de otorgar privilegios propios de épocas pasadas y herencias antidemocráticas\” a la Iglesia Católica.
Los organizadores de la JMJ insisten, por su parte, en que los 50 millones que cuesta el evento provienen en un 80% de los propios peregrinos, que deben pagar, y el resto de patrocinios de grandes empresas. Además, alegan que las jornadas supondrán beneficios de 100 millones de euros.
La detención el martes de un estudiante de química ultracatólico mexicano que supuestamente quería atentar contra esta manifestación y el jueves comparecerá ante el juez, no ha desanimado a los participantes en la manifestación.
La protesta también recibió críticas de responsables de la Iglesia como el arzobispo de Toledo, Braulio Rodríguez, que llamó \”paletos\” a los convocantes, el secretario general de la Conferencia Episcopal Española, Juan Antonio Martínez Camino, que tachó de \”parásitos\” a quienes protesten contra la visita del Papa, mientras la organización antiabortista Hazte Oír la calificó de \”acto de hostigamiento de una minoría radical\”.
Aunque no todo en la jerarquía católica fueron críticas: el joven obispo español Xavier Novell estimó el acto \”lícito\”, \”legítimo y respetable\”.