El foro Asia-Pacífico representa el 40% de la población mundial y más de la mitad del Producto Bruto Interno.
Los líderes de China y Japón celebraron hoy (lunes 10) su primer encuentro tras dos años de una peligrosa escalada por un conflicto territorial antes del inicio de la cumbre de la APEC, a la que también asisten los presidentes de Estados Unidos y Rusia, entre otros.
Las horas previas a la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico (APEC), que reúne a 21 países de la cuenca del Pacífico, entre ellas las principales potencias mundiales, así como a Chile Perú y México, están siendo un hervidero de encuentros bilaterales y un baile diplomático para abordar diferendos territoriales o comerciales, consolidar alianzas geopolíticas, y atraer inversiones sobre todo del gran banquero del mundo, China.
Los 21 miembros de la APEC representan el 40% de la población mundial, casi la mitad del comercio mundial y más de la mitad del Producto Bruto Interno (PBI).
Xi Jinping, el presidente chino, y el primer ministro japonés, Shinzo Abe, se reunieron este lunes durante media hora para tratar de recomponer sus deterioradas relaciones por un conflicto territorial en el Gran Salón del Pueblo, sede de la Asamblea Popular Nacional, para darle todavía más solemnidad a un gesto muy esperado.
“Muchos países esperaban esta cumbre entre Japón y China, y no solamente las naciones asiáticas”, reconoció Abe al término de este “primer paso” para recomponer las relaciones entre la segunda y la tercera economía del planeta.
Además de las disputas históricas, los dos países reivindican la soberanía de un archipiélago en el mar de China oriental, que Japón conoce como Senkaku y China como Diaoyu, y que están administradas desde hace mucho tiempo por Japón.
Pero éste no es el único acontecimiento de calado en el marco del mayor evento que organiza en sus casi dos años de presidencia el presidente chino, que no esconde que su “sueño Asia Pacífico” se basa en un “destino compartido”.
El presidente estadounidense, Barack Obama, llegó este lunes a Pekín con el firme propósito de convencer a sus socios asiáticos de que la región es una pieza clave de su política exterior, en un momento en que China ejerce su influencia no solo en la región sino a nivel global.
Obama, que llega debilitado por el varapalo político sufrido en las legislativas en su país, se reunirá al término de la cita multilateral con su homólogo chino.
A diferencia de Obama y Abe, el presidente ruso, Vladimir Putin, que llegó el domingo a la capital china, vive un idilio con su homólogo Xi, con el que mantiene una creciente relación personal que refleja el aumento de los intercambios comerciales y la convergencia de intereses geopolíticos, entre ellos el recelo compartido hacia Washington.
Tras cuidar el “árbol de las relaciones ruso-chinas cuidadosamente”, “ahora es tiempo de recoger los frutos”, le recordó Xi a Putin, cada vez más denostado y aislado por Occidente tras su anexión de Crimea y el apoyo a los separatistas del este de Ucrania.