La canciller alemana calificó la caída del muro de Berlín de \”mensaje de confianza\” para los diferentes focos de crisis en el mundo, al tiempo que apeló a \”una Europa unida y edificada sobre valores comunes\”.
La canciller alemana, Angela Merkel, calificó la caída del muro de Berlín, de la que este domingo se celebra el 25 aniversario, de “mensaje de confianza” para los diferentes focos de crisis en el mundo, al tiempo que apeló a “una Europa unida y edificada sobre valores comunes”.
“La caída del muro nos enseñó que los sueños se pueden hacer realidad, que nada debe permanecer tal y como está, por muy grandes que sean los obstáculos”, expresó Merkel.
“Duró mucho tiempo y mucha gente tuvo que sufrir, antes de que fuera posible abrir el Muro”, añadió la canciller ante los periodistas.
Al inaugurar una exposición permanente sobre la vida cotidiana de los berlineses detrás del muro que dividió la ciudad durante 28 años, la dirigente alemana destacó que “el mensaje de la caída del muro” es que se pueden “cambiar las cosas para mejor”, según publicó la agencia de noticias Télam.
“El muro de Berlín, este símbolo de cemento de la arbitrariedad de un Estado, abocó a millones de personas al borde de lo soportable y a demasiados, todavía más allá”, declaró Merkel, que reiteró que la República Democrática Alemana (RDA), es decir, la Alemania comunista, fue todo menos un Estado de Derecho.
La jefa del gobierno alemán habló también del presente y dijo que hay más muros, como “los de la dictadura, de la violencia, de las ideologías, de las enemistades”, que deben ser derribados por las sociedades.
Previamente, la anfitriona asistió a una misa en memoria de las víctimas en la Capilla de la Reconciliación, situada donde se encontraba la llamada franja de la muerte, en la Bernauer Strasse.
Antes del oficio religioso, la canciller y otros invitados colocaron rosas en recuerdo de las víctimas entre los bloques del antiguo muro en el centro conmemorativo.
Entre los asistentes se destacaron el alcalde-gobernador de Berlín, Klaus Wowereit; la secretaria de Estado de Cultura, Monika Grütters; y diplomáticos y activistas que lucharon por los derechos humanos en la extinta RDA.