Estos nuevos demandantes son conocidos como los \”me too\” (yo también) y forman parte del 7% de tenedores de bonos en default desde 2001 que no entraron en los canjes de 2005 y 2010.
El Gobierno argentino informó al juez federal de Nueva York Thomas Griesa que ya hay 25 nuevas demandas por bonos de deuda impagos reclamando 6.500 millones de dólares a partir de la sentencia emitida a favor de “fondos buitre”, un efecto cascada al que dice no puede hacer frente.
“Desde el 16 de junio de 2014 se presentaron 25 nuevas demandas vinculadas con reclamos por cerca de 1.800 millones de dólares en capital y sentencias que totalizan aproximadamente 4.700 millones de dólares”, escribió en una carta a Griesa fechada el jueves el abogado Carmine Boccuzzi, del estudio Cleary Gottlieb Steen & Hamilton LLP que representa al país.
En la jerga judicial estos nuevos demandantes son conocidos como los “me too” (yo también) y forman parte del 7% de tenedores de bonos en default desde 2001 que no entraron en los canjes de 2005 y 2010 que efectuó Argentina con importantes quitas.
Algunos de ellos habían recurrido a la justicia con anterioridad al fallo de Griesa por 1.330 millones de dólares a favor de los fondos especulativos NML Capital y Aurelius, y tienen sentencias emitidas por otros magistrados que nunca pudieron ejecutar.
Boccuzzi recordó que Argentina siempre advirtió sobre el riesgo de un efecto cascada a partir de la orden de Griesa que reconocía a los fondos especulativos el ‘pari passu’ o tratamiento equitativo para cobrar lo adeudado al mismo tiempo que los tenedores de bonos reestructurados.
Argentina se niega a aceptar la orden de Griesa y desde julio pasado se encuentra en default parcial de su deuda reestructurada en canjes con una aceptación del 93%, ya que el juez bloqueó sus pagos hasta que cobren también los acreedores judiciales.
“Las órdenes (judiciales) han tenido solo un efecto negativo: han creado más litigio”, afirma Bocuzzi en la carta a Griesa, precisando que Argentina no puede pagar por completo esos reclamos y debe dedicar sus reservas internacionales con “propósitos macroeconómicos críticos”.
En una carta del pasado 8 de octubre que menciona Boccuzzi, uno de los abogados del fondo NML Capital, Robert Cohen, había mencionado 52 tenedores de títulos de deuda impaga con y sin sentencia que pedirían órdenes como las que obtuvieron los fondos “buitres” por un total de más de 4.400 millones de dólares.