Hoy se cumplen 50 años de la aparición en \”Primera Plana\” de Mafalda, el popular personaje de Quino. Un buen motivo para repasar la historia de la niña que hizo las veces de conciencia argentina.
Ni siquiera en su sueño más profundo, Joaquín Salvador Lavado, el genial Quino, supuso que una niña a la que le dio protagonismo hace 50 años en una historieta fuera a convertirse, con los años, en la conciencia profunda de los argentinos.
De todos modos, las verdades universales que enarbola Mafalda, esa chica “astuta”, desde su primera publicación en la revista “Primera Plana”, la hicieron un clásico no sólo en países de habla hispana, sino también en otros que debieron apelar a su traducción.
La historieta, publicada por el dibujante argentino entre 1964 y 1973, dio la vuelta al mundo con su mirada crítica y tierna de la sociedad de consumo moderna.
Por eso, el historietista de Mendoza es celebrado a lo largo y a lo ancho de su país, pero también recibe homenajes en México e Italia, por nombrar dos sitios donde Mafalda hace furor.
Las reflexiones de la niña-adulta sobre la solemnidad en la escuela, los padres y el mundo (o, incluso su odio a ciertas comidas: ¡Otra vez sopa!) ya son una marca histórica del inconformismo juvenil.
Por ejemplo, el escritor Juan Sasturain la definió con perfección al señalar en un homenaje a Quino que “Mafalda es una obra maestra fechada, es una enciclopedia”.
“Esta niña apareció durante diez años muy particulares para la Argentina. Años determinantes para lo que vendría después, de ilusión, una expectativa de la clase media ilustrada”, agregó Sasturain.
El escritor concluyó que “esa fue la clase lectora de Mafalda. Nunca fue una historia para chicos, es con chicos, pero no para chicos. Mafalda es un momento en Quino, que no se parece a lo que había hecho antes ni lo que hizo después. Se encontró haciendo algo que no solía hacer, como suelen hacerse las obras maestras”.
Cumpleaños feliz. El propio Quino fijó el 29 de septiembre de 1964 como fecha de nacimiento de Mafalda. La efeméride generó alguna polémica porque el diario El Mundo publicó que había nacido en 1960 y una biografía de la revista Siete Días historiaba que la fecha era, en verdad, el 15 de marzo del 62.
“Ni una ni otra fecha son de tener en cuenta”, dijo Quino, quien precisó: “El día de cumpleaños de Mafalda es el día de su primera publicación en medios gráficos, 29 de septiembre de1964”.
La pregunta del millón que debe responde el dibujante en todos los homenajes es por qué la niña astuta dejó de aparecer: “Dejé de dibujarla cuando en la Argentina estaba corriendo sangre y había una situación política muy peligrosa. Mafalda no podía ignorar los crímenes que se estaban cometiendo, y si los comentaba, el que no hubiese podido comentar nada más sería yo”.
Para el escritor Rodrigo Fresán, Mafalda y El Eternauta son las dos novelas de la clase media argentina.
“Siempre me sorprendió en Argentina la ausencia de una gran novela de la clase media. Es sorprendente que nuestra sociedad sea tan fácil de dibujar y tan difícil de escribir”, sostuvo el escritor.
Liniers, uno de los grandes maestros actuales de la historieta, resalta que “Mafalda no se trata de alguien que te ayuda a portarte bien, sino que te hace reaccionar, te enseña a cuestionar todo el tiempo, sus tiras no son para encontrar respuestas, sino para formular preguntas”.
“Es una influencia de valores, una cosa humana, algo que está más en el fondo. Quino es ese tipo de artista que cuando conocés su obra, te convertís en mejor persona”, apuntó el dibujante.
En cambio, José Pablo Feinmann recuerda “cómo analizaban en las clases de semiología y literatura” las tiras de Mafalda.
“En las obras posteriores de Quino, se percibe ese universo oscuro, donde se advierte que todavía hay cosas peores por venir, un humor terrible, son dibujos apocalípticos”, definió el filósofo.
Quino creó una obra perdurable, a tal punto que el Ministerio de Educación resolvió armar una colección de diez libros con la tira para repartirlas en escuelas públicas e institutos de formación docente de toda Argentina.