La publicación de las primeras conversaciones produjo controversias y fueron retiradas del sitio de la Santa Sede. Tras la aparición de las segundas, volvieron a subirlas. El trasfondo político.
CIUDAD DEL VATICANO.- Las charlas del papa Francisco con el fundador del diario italiano La Repubblica, Eugenio Scalfari, un ateo ferviente, generan debate dentro y fuera del Vaticano por su apertura a temas tabú como el celibato y la pedofilia de los curas.
La reaparición este jueves en el portal del Vaticano de la primera “entrevista” a Scalfari, publicada en octubre pasado y retirada un mes después, es un síntoma de los problemas internos que han generado esas charlas.
Para el portavoz del Vaticano, padre Federico Lombardi, se trata de textos que no pueden ser tomados como referencias oficiales, ya que son más que todo charlas, que no habían sido grabadas, por lo que las declaraciones del papa no pueden ser reproducidas entre comillas ya que se basan en la memoria de Scalfari, un brillante intelectual de 90 años.
Que el asunto se vuelva a presentar tras la segunda charla, publicada el domingo pasado, es interpretado por algunos expertos en asuntos del Vaticano de otra manera.
“El papa usa esas conversaciones para mover las aguas y generar debate sobre temas claves para la iglesia contemporánea”, sostuvo el vaticanista Marco Politi en una entrevista radial.
“Scalfari por decisión propia no se presenta con la grabadora y el papa por decisión propia no revisa. La primera vez parecía un incidente, la segunda resulta algo voluntario: una técnica”, comentó.
Declaraciones del papa causaron sensación. En su última charla con Scalfari, Francisco asegura que está decidido a encontrar “soluciones” al problema del celibato sacerdotal y sostiene que “hay obispos y cardenales” entre el 2% de religiosos pedófilos.
Declaraciones que fueron recibidas como una verdadera bomba, ya que abren dos frentes de batalla: el del celibato y el de la pedofilia nada menos que dentro de la jerarquía de la Iglesia.
Para el papa, el problema del “celibato existe, pero no es enorme. Hay que tomarse el tiempo necesario, encontrar soluciones y las voy a encontrar”, según dijo a Scalfari.
“El mensaje es que el asunto del celibato existe, que hay crisis de sacerdotes, porque son cada vez menos”, comentó Politi quien recordó que en muchas iglesias de Africa, Estados Unidos y Europa no hay cura para celebrar la misa del domingo.
Se trata de la segunda vez en tres meses que el papa aborda el tema del celibato, que no es un dogma sino una regla instituida hace diez siglos.
La apertura del pontífice alimenta las esperanzas de los cerca de 100.000 curas casados que existen en el mundo, según datos de la Federación Europea de Curas Católicos Casados.
Se sabe que en América Latina hay un buen número de sacerdotes casados, pero no existen estadísticas oficiales y muchos viven “clandestinamente” con una pareja, inclusive con hijos, por lo que están fuera de la “norma”.
Para algunos expertos, una de las soluciones que se están estudiando es la de autorizar la ordenación de personas adultas, de comprobada fe, en general pensionados aún casados, que provienen de movimientos católicos y que podrían dedicarse a la comunidad cristiana de la que forman parte.
“Francisco lanzó una señal provocadora. Quiere estimular el mundo católico, obispos, laicos, para que presenten propuestas, generar debate desde abajo”, explica Politi.
El método del papa jesuita choca con el del Vaticano, que a su manera aclara que una cosa son las decisiones oficiales y otra los debates, las ideas, los análisis que Francisco fomenta en total libertad.
Mucho más delicado es el tema de la pedofilia de los curas.
Al mencionar porcentajes, el 2%, e incluir obispos y cardenales, el papa advierte con firmeza que no entiende encubrir a nadie.
“En la Iglesia no hay hijos de papi, es decir privilegiados”, explicó en la entrevista, esta vez con grabadoras encendidas, que concedió en el avión que lo condujo en mayo de Israel a Roma.