Considerada una de las primeras artistas mujeres de la historia, una pintura suya acaba de venderse a precio récord. Fue abusada y robada por su maestro, a quien la había encomendado su propio padre.

Hace un par de semanas, su nombre saltó a los medios porque una pintura suya se vendió en 865.500 euros, un récord mundial para quien es considerada una de las primeras artistas mujeres de la historia.

El óleo barroco pintado en el siglo XVII por la italiana Artemisia Gentileschi representa a María Madgalena en estado de éxtasis, y estaba desaparecido desde hace varias décadas, hasta que fue descubierto en una antigua colección en el sur de Francia.

Mujer de gran carácter y vida turbulenta, Artemisia – hija de Orazio Gentileschi, un artista barroco cercano al gran Caravaggio- fue una de las pocas mujeres artistas reconocidas en su época.

Cuando tenía 12 años su madre murió y quedó al cuidado de su padre, que la introdujo –al igual que a sus hermanos- en el mundo de la pintura.

Ya adolescente, Artemisia fue encomendada por su padre al pintor Agostino Tassi para que le enseñase perspectiva, ya que por entonces las escuelas de Bellas Artes no aceptaban mujeres. Pero en 1612 Tassi comenzó a violar a la joven, que al principio decidió mantener los abusos en secreto debido a las promesas de casamiento del artista.

Pero como el hombre estaba casado, la chica decidió revelar la situación a su padre, que recurrió al Papa Pablo V para pedir justicia por su hija.

Además, se inició un largo proceso penal que se extendió durante siete meses, que resultó traumático y humillante para la joven artista. Allí, relató con lujo de detalles cómo habían sido los abusos y destapó una olla: Tassi no sólo la había violado a ella sino también a su esposa antes de casarse, tuvo relaciones con su cuñada –lo cual por entonces se consideraba incesto- y le robó a Artemisia una de sus pinturas.

E incluso se ventiló que había contratado a un par de sicarios para que asesinaran a su mujer, que lo había abandonado. A pesar de todas las acusaciones, sólo fue condenado a un año de prisión.

Un mes después de que terminara el juicio, y para reestablecer su honra, Artemisia se casó con Piero Antonio Stiattesi, un modesto pintor.

Pero a pesar de la denuncia y la condena, su padre le generó un gran dolor y decepción cuando volvió a ser amigo de Tassi luego de que éste fuera liberado, ocho meses después.

Pero la joven artista se dedicó de lleno a su profesión y desde entonces comenzó a recibir los pedidos más importantes, como la decoración de distintos palacios romanos.

En 1614 se mudó con su marido a Florencia, donde se convirtió en la primera mujer en ser admitida en la Accademia di Arte del Disegno y conoció a importantes personalidades como Cosme II de Médici y Galileo Galilei.

Con los años, la joven se convirtió en una importante artista, que pintó polémicas obras. Catalogada como su obra maestra, “Judith decapitando a Holofernes” es considerada como una representación de su odio a Tassi, ya que los personajes tienen sus rostros. Actualmente la pintura se encuentra en la Galleria degli Uffizi, de Florencia.

Convertida en madre de cuatro hijos y con una mala relación con su marido, Artemisia decidió volver a Roma con su hija Prodenzia y de allí se trasladó a Venecia.

En 1630 se radicó en Nápoles, donde vivió hasta su muerte, salvo por una breve residencia en Londres.

Pintó “La Anunciación”, que se encuentra en el Museo de Capodimonte, y “El Nacimiento de Juan Bautista”, que se expone en el Museo del Prado.

Aunque no hay certezas, se cree que puede haber muerto durante la plaga que en 1656 azoló a Nápoles. Luego de su fallecimiento fue prácticamente olvidada, hasta que –especialmente en el siglo XX- su vida fue llevada a varias novelas y los críticos y pintores comenzaron a valorar su increíble arte.