La patología empieza generalmente con trastornos de memoria, seguidos por problemas de orientación en el espacio y en el tiempo.
El Alzheimer podrá ser, a partir de ahora, diagnosticado de manera precoz y fiable gracias a nuevos marcadores biológicos, según un estudio realizado por un grupo internacional de neurólogos.
“A partir de ahora será posible, gracias a esta nueva forma, hacer un diagnóstico más seguro y más precoz”, declaró el profesor de neurología e investigador francés Bruno Dubois que coordinó el estudio publicado en la revista británica médica The Lancet Neurology.
Tras nueve años de trabajo, los investigadores han definido y validado nuevos criterios para diagnosticar esta enfermedad neurodegenerativa en plena expansión.
Afecta a unos 40 millones de personas en el mundo y se prevé que para 2050 el número de enfermos se habrá triplicado.
La patología empieza generalmente con trastornos de memoria, seguidos por problemas de orientación en el espacio y en el tiempo, trastornos de comportamiento y pérdida de autonomía.
Pero estos síntomas no son específicos solo del Alzheimer y la enfermedad “no se podía diagnosticar hasta ahora de manera segura en un estadio precoz”, dice el profesor Dubois.
Era necesario, generalmente, esperar a que la enfermedad evolucionase hacia la demencia o que el enfermo muriera para poder examinar las lesiones que había en su cerebro.
Tras analizar los estudios aparecidos sobre este asunto, los investigadores lograron un consenso de diagnóstico del Alzheimer, con dos perfiles clínicos específicos.
Los casos típicos, el 80 a 85% de los casos, se caracterizan por problemas de memoria episódica de largo plazo (recuerdo voluntario de hechos) mientras que en los casos atípicos, el 15 a 20% de los casos, se encuentran trastornos de la memoria verbal o de comportamiento.
Cada uno de estos perfiles, según los investigadores, deben ser confirmados por al menos un marcador biológico. Se trata de una punción lumbar que muestre el nivel anormal de proteínas cerebrales en el líquido cefalorraquídeo, o de una tomografía por emisión de positrones (TEP) del cerebro, un examen de imagen que permite visualizar la actividad de los tejidos.
Aunque por el momento no hay tratamiento eficaz contra el Alzheimer, la detección fiable y precoz debería facilitar la investigación, señala Dubois.
Estos trabajos permitieron a los investigadores darse cuenta de que numerosos diagnósticos establecidos según los antiguos criterios estaban errados, entre ellos el 36% de los falsos enfermos de Alzheimer incluidos en un ensayo terapéutico pasado.
Fuera de la investigación, la utilización de marcadores biológicos se limita actualmente a los pacientes jóvenes o a casos difíciles ya que es cara e invasiva.