Adolfo Rodríguez Saá arrancó con una nueva precandidatura presidencial con pasacalles en San Luis.
Parece un chiste o un error táctico, pero el efímero ex presidente Adolfo Rodríguez Saá, el mismo que declaró el “no pago de la deuda externa” al momento de jurar el cargo ante el Congreso en medio de la emergencia del 2001, elegido por el Partido Justicialista para tal fin, lanzó su candidatura presidencial, una vez más.
Pero eso no es lo curioso, sino las circunstancias en que lo hizo: el país se encuentra bajo la amenaza de ser considerado nuevamente en default por los organismos internacionales debido al fallo adverso del juez estadounidense Thomas Griesa, por el reclamo de los fondos buitre.
“El Adolfo” tomó el turno siguiente al de su hermano, “El Alberto”, que fue candidato presidencial en las pasadas elecciones. San Luis, su provincia, está repleta de pasacalles que lo postulan para la primera magistratura.
Lo hace desde una agrupación que se llama “Un grito de corazón”. Se especula que, junto con José Manuel de la Sota, podría conformar una entente con Sergio Massa para sumar votos al Frente Renovador.
Claudio Poggi, el único gobernador que no se apellidó Rodríguez Saá desde 1983 en esa provincia, es el único apoyo expreso que ha recibido: “El mejor presidente que puede tener la Argentina en 2015 es puntano, se llama Adolfo Rodríguez Saá”, expresó a “El Diario la República”, propiedad de la familia Rodríguez Saá y dirigido por una hija de Adolfo que sucedió en la dirección del diario a un hijo de Alberto.
Poggi proclamó desde sus páginas que “la Argentina no puede darse el lujo de no aprovechar su experiencia de gobierno y su clara visión del futuro”.