El contribuyente británico pagó un 5,7% más en un año, es decir, 35,7 millones de libras o 44,6 millones de euros.
El costo de la monarquía británica para el contribuyente aumentó un 5,7%, es decir, 35,7 millones de libras (44,6 millones de euros), en el pasado ejercicio fiscal a causa de los trabajos de renovación de los palacios reales, según las cuentas publicadas hoy (jueves 26) por Buckingham.
Los gastos de la reina Isabel II aumentaron en el año fiscal 2013-2014 unos 2,4 millones de libras (1,9 millones sin contar la inflación) y representan 56 peniques (70 céntimos de euro) por habitante.
Los trabajos de mantenimiento y restauración de las propiedades reales aumentaron un 45% hasta los 13,3 millones de libras.
La renovación del apartamento ocupado por el príncipe Guillermo, su esposa Catalina y su hijo Jorge en el palacio de Kensington costó 3,4 millones de libras.
Los desplazamientos al extranjero del príncipe Carlos, primero en la línea de sucesión al trono, costaron un millón de libras. El heredero visitó en noviembre India, ex colonia británica, y acudió en diciembre a los funerales de Nelson Mandela en Sudáfrica.
El príncipe Carlos percibió por su parte 21,7 millones de libras -1,5 millones más- por su ducado de Cornualles, en el suroeste de Inglaterra.