Afirma que arriesgó su vida para salvar a su padre espiritual, Orlando Yorio, y al sacerdote jesuita Francisco Jalics.
El periodista italiano Nello Scavo, quien viajó hasta Argentina para conocer la historia del entonces sacerdote Jorge Bergolgio con la dictadura militar, dijo haber constatado la inocencia del ahora papa Francisco y confirmó que arriesgó su vida para salvar a varios perseguidos, entre ellos su padre espiritual, Orlando Yorio y el sacerdote jesuita Francisco Jalics.
El caso fue archivado en Argentina como “el Caso Yorio-Jalics” y fue utilizado por el periodista Horacio Verbitsky y círculos cercanos a la presidenta Cristina Kirchner para atacar al Arzobispo de Buenos Aires, cardenal Bergoglio como cómplice de la dictadura que se instauró en Argentina entre los años 1976 y 1983.
El hecho de trabajar en las villas miserias ayudando a los más pobres era interpretado como un acto comunista. En marzo de 1976 fueron apresados los sacerdotes Jalics y Yorio, cercanos a Bergoglio.
Los sacerdotes fueron detenidos por conocer a una catequista considerada por el régimen como guerrillera y fueron sometidos a largos interrogatorios en los que les habrían hecho creer que su amigo, Bergoglio, estaba del lado del régimen y los había traicionado.
Mientras tanto, Bergoglio se encontraba arriesgando la vida para liberarlos. Se puso de acuerdo con el capellán militar que celebraba Misa en casa de Videla para que fingiera una enfermedad y Bergoglio lo reemplazara en el encargo, para estar más cerca de los militares y tener acceso a mayor información sobre los sacerdotes secuestrados.
“Se trataba de una operación muy peligrosa, porque las personas que le vieron celebrar Misa en casa de Videla habrían dicho que él era un amigo del régimen. Pero a él no le importaba este aspecto, sino que se aprovechó esta circunstancia para encontrar a los jefes de las dictadura”, explicó el periodista al portal “ACI Prensa“.
Según Scavo, el Papa se encontró con los jefes de la dictadura hasta en cuatro ocasiones, y cuando tuvo la certeza que sus amigos habían sido secuestrados por la Armada Naval de Argentina se dirigió al almirante Emilio Massera para pedir su liberación.
Scavo explica que la reconstrucción de este episodio “es dramática”, porque Massera recibió a Bergoglio como un amigo y en cambio éste, cansado de fingir cordialidad, reaccionó de manera inesperada: “¡Massera, los tiene que liberar cuanto antes!”, exigió.
El periodista Scavo explica que Bergoglio dejó a Massera contrariado, no tenía otra salida y al día siguiente, cinco meses después de su captura, los sacerdotes Jalics y Yorio fueron liberados.
Después de meses de tortura Yorio y Jalics salieron de la cárcel creyendo haber sido traicionados por Bergoglio, pero finalmente comprendieron que Bergoglio nunca estuvo detrás de su encarcelación.
Yorio murió en el año 2000, mientras que Jalics, quien vive actualmente en Alemania, visitó el pasado 5 de octubre de este año al Papa Francisco en un encuentro privado en el Vaticano.
Además, en un comunicado publicado en marzo en el sitio web oficial de los Jesuitas en Alemania, el Padre Francisco Jalics descartó enfáticamente que el Papa Francisco tuviera alguna responsabilidad en el secuestro de 1976.
“Desde mi declaración del 15 de marzo de este año recibí muchas preguntas, así que me gustaría añadir lo siguiente. Me siento casi obligado a hacerlo, porque algunos comentarios dicen lo contrario de lo que quería decir”, afirmó.
“Estos son los hechos: Ni Orlando Yorio ni yo fuimos denunciados por el Padre Bergoglio”, concluyó.
El periodista Scavo explica que estas afirmaciones de Jalics “están por encima de cualquier acusación contra Bergoglio y deberían cerrar por siempre este capítulo”.
A finales de septiembre de este año, Scavo presentó en Roma su libro “La lista de Bergoglio”, una investigación a partir de testimonios reales que enumera casos específicos en los que el entonces sacerdote Bergoglio ayudó a escapar del terror de la dictadura militar a cientos de personas mediante una red clandestina de salvamento.