El presidente de Shell dijo que la \”base de la democracia es el diálogo, y eso es algo que hoy falta\” en Argentina.
El presidente de la compañía petrolera Shell, Juan José Aranguren, afirmó hoy (miércoles 16) que “muchos” de sus “colegas en la industria y en otros sectores de la economía prefieren aguantar y aceptar que el señor (secretario de Comercio Interior, Guillermo) Moreno diga lo que quiera a pesar de que no sabe de lo que está hablando”.
Durante la primera charla del ciclo “#1líderXmes” organizada por la Universidad de San Andrés, Aranguren señaló que la “base de la democracia es el diálogo, y eso es algo que hoy falta” en Argentina.
“Para que haya diálogo tiene que haber, de parte de aquellos que son actores económicos, voluntad de hacerse oír. Si no tenemos voluntad, si lo que dejamos es que el que está enfrente avance cada vez que se lo deja avanzar y a sacar pecho cada vez más… Una persona que ha demostrado fallar cada vez que ha tratado de intervenir la economía, como el secretario Moreno, lo va a hacer con más prepotencia porque se lo dejamos hacer”, señaló.
Y agregó: “Muchos colegas en la industria y en otros sectores de la economía prefieren aguantar y aceptarle al señor Moreno que diga lo que quiera a pesar de que no sabe lo que está hablando. Hay un dicho en el campo que dice que la culpa no es el chancho sino de quien le da de comer. Si uno acepta una vez algo, la próxima va a tener que aceptar algo más fuerte todavía y no va a ser en beneficio del sector o la actividad que está trabajando”, consideró.
Aranguren opinó que el sucesor de la presidenta Cristina Kirchner deberá, en materia de energía, prometer “sangre, sudor y lágrimas, como dijo (el primer ministro británico, Winston) Churchill cuando tenía que recomponer Inglaterra” después de la Segunda Guerra Mundial.
“En el sector energético el que tenga que venir a intervenir tiene que prometer sangre, sudor y lágrimas. Hemos vivido un festival del consumo”, aseveró.
Consultado sobre si Argentina puede revertir la “crisis” en materia de petróleo, gas y electricidad, Aranguren respondió que “sí” a partir de la explotación, a futuro, de los recursos no convencionales como los que se encuentran en el yacimiento neuquino Vaca Muerta.
En tal sentido, mencionó que Shell exploró ya cinco áreas en la región, pero condicionó la posibilidad de extender el proceso a la explotación.
“Hacia 2015, coincidentemente con un cambio esperado en la política en general, vamos a tomar la determinación final de invertir. Cada una de las cinco exploraciones que tenemos, si decidimos pasar a la etapa de desarrollo de producción, significa una inversión por área del orden de 5 mil millones de dólares de dólares durante cinco años. Cuando un accionista decide invertir 25 mil millones de dólares no es para que venga un Moreno y te diga ‘por 45 días más te extendiendo el control de precios en el mercado’, o para que te diga que si necesitás dólares para importar determinado insumo hay que exportar aceitunas o calzoncillos y así ‘compensar los dólares que te tengo que vender al tipo de cambio oficial’”, dijo.
Y resaltó: “En el sector energético tiene que haber un cambio de política. Aunque el problema no es si va a haber un cambio sino cuándo. Yo desearía que sea aún dentro de esta misma administración (de gobierno) y no que haya que esperar un cambio político para que se generen reglas de juego que generen un incremento de aquello que se necesita para atraer capital, que es la confianza. Si no hay capital e inversión en la Argentina es porque no se le ha dado la confianza al inversor para que venga. La confianza se da de muchas maneras, no teniendo un índice de la inflación mentiroso, un secretario de Comercio que va en contra de las regulaciones de mayor jerarquía, que son las leyes con sus actos administrativos”.
“Nosotros nos intentamos manejar dentro de un marco de derecho. Aquellos que no lo han hecho son los que están al comando de la Administración Pública. Y creo que el estado de situación en el cual está el país hace que tengamos que reestablecer algo que no tendríamos que haber perdido nunca y que es el poder privilegiar lo correcto”, opinó.
Aranguren señaló que le propuso al secretario de Energía, Daniel Cameron, importar petróleo crudo para, luego de refinarlo, abastecer la necesidad de combustible del mercado nacional. Al respecto, mencionó que YPF “aceptó” la idea, al igual que el viceministro de Economía, Axel Kicillof, según aclaró tenía “entendido”.
“El que hoy falta convencer es el ministro de Planeamiento (Julio de Vido), porque no creo que le guste mucho que después de 20 años alguien diga que en Argentina se importa petróleo crudo. Es más un temor a lo que diga el diario ‘Clarín’ o ‘La Nación’ que a una realidad. A la Argentina le conviene económicamente importar crudo en lugar de gas y nafta”, analizó.
Por último, aseveró que la nacionalización de YPF representó para la española Repsol, anterior operadora mayoritaria de la compañía, “el resultado de lo que estuvo sembrando”.
“Repsol ha hecho muchas macanas y obtuvo el resultado de lo que es tuvo sembrando”, finalizó.