Es en el primer día de la Fiesta musulmana del Sacrificio, hubo 1,5 millón de fieles marchando.
Cientos de miles de fieles comenzaron hoy (martes 15) el ritual de lapidación de Satán, en Mina, cerca de la ciudad santa de La Meca, en el primer día de la Fiesta musulmana del Sacrificio.
Este ritual marca el final del Haj, la peregrinación a La Meca, que este año reunió apenas a 1,5 millones de fieles, contra 3,2 millones en 2012.
Hombres vestidos de blanco y mujeres con una larga túnica y pañuelo en la cabeza ocuparon desde primeras horas de la mañana el valle de Mina.
Las autoridades desplegaron a soldados y policías para controlar a la multitud a medida que se acerca al lugar santo.
Los fieles realizaron el rito de lapidación lanzando piedras contra estelas que representan a Satán, una ceremonia que puede durar hasta tres días.
La reducción por la mitad del número de peregrinos facilitó la celebración del ritual, indicaron los fieles.
“La multitud este año es menos compacta y sus movimientos son más fluidos”, estimó así un peregrino paquistaní, Shiraz Khorshid.
“Mi peregrinación se desarrolla bien y la organización ha sido buena en todos los lugares del Haj”, añadió Khorshid, empleado de un centro de formación profesional del este de Arabia Saudita.
“La peregrinación de este año es mejor que la del año pasado, con menos tráfico y por primera vez hemos podido tomar el tren” que vincula los diferentes lugares, añadió Turkey al Ashwal, un yemenita que participa en el Haj por segundo año consecutivo.
Los peregrinos están en movimiento en un perímetro de una decena de km desde el domingo, cuando dejaron La Meca para Mina. La jornada del lunes rezaron en el Monte Arafat, considerado el momento más importante del Haj.
Pasaron la noche en el valle de Muzdalifa, antes de regresar a Mina, siguiendo a sus guías que agitaban banderas de sus países.
Un grupo de peregrinos sirios caminaron tras una bandera de la rebelión, que trata de derrocar al régimen del presidente sirio, Bashar Asad.