\”La República no debe tomar ninguna acción para intentar evadir los objetivos y directivas de las órdenes enmendadas del 23 de febrero\”, dijo el juez en un escrito conocido esta noche.
La justicia estadounidense advirtió este jueves a la Argentina que se abstenga de cualquier intento de “evadir” el fallo a favor de los “fondos buitre” por bonos de su deuda en default desde 2001, en referencia a un posible cambio de jurisdicción de pagos.
“La República no debe tomar ninguna acción para intentar evadir los objetivos y directivas de las órdenes enmendadas del 23 de febrero”, dijo el juez federal Thomas Griesa en un escrito difundido hoy y que recuerda su fallo contra el país ratificado por un tribunal de segunda instancia.
Entra esas acciones se menciona de manera particular “limitar, alterar o enmendar el proceso o mecanismos de transferencia específico por el cual efectúa pagos de los bonos canjeados” en las reestructuraciones de 2005 y 2010, que los querellantes rechazaron.
Griesa condenó el año pasado a Argentina a pagar 1.470 millones de dólares a los fondos de riesgo NML Capital y Aurelius por bonos en default desde 2001.
Su fallo fue ratificado por un Tribunal de Apelaciones de Nueva York en agosto pasado, pero se encuentra en suspenso a la espera de saber si la Corte Suprema estadounidense tomará el caso, tal como lo pidieron los letrados del Gobierno argentino.
Al anunciar a fines de agosto pasado la apertura de un tercer canje para el 7% de la deuda argentina aún en default, la presidenta Cristina Kirchner mencionó una iniciativa para transferir los pagos a los bonistas que entraron en los canjes anteriores, de Nueva York a Buenos Aires.
El objetivo de esa transferencia es evitar el embargo que trabaría la justicia estadounidense sobre los pagos argentinos para cumplir con la sentencia de Griesa, lo que implica un posible nuevo default.
Si bien esta idea no fue concretada por ahora, los querellantes acusaron al gobierno argentino de querer eludir la sentencia de Griesa y pidieron al juez que se expidiese sobre la cuestión.
Argentina reestructuró el 93% de su deuda con dos canjes que incluyeron fuertes quitas (67% en promedio) sobre el valor nominal de esos títulos y plazos de pago extendido.