El viceprimer ministro Angelino Alfano dijo que quería ser \”berlusconiano de otra manera\”.
ROMA.- ¿Brutus parricida, que cavó la tumba de Silvio Berlusconi, o Espártaco libertador?: el viceprimer ministro italiano Angelino Alfano, fiel entre los fieles desde hace 20 años a Il Cavaliere, salió por fin de su sombra, liderando una rebelión que ha dejado a su padre político debilitado y humillado.
Sin embargo, cuando Silvio Berlusconi llamó el sábado a la renuncia de los cinco ministros de su partido, el Pueblo de la Libertad (PDL), para hacer caer al gobierno de coalición liderado por Enrico Letta, Alfano obedeció, sin protestar.
Pero muy pronto, decidió dirigir el motín contra el magnate de las telecomunicaciones, afirmando el domingo que quería ser “berlusconiano de otra manera”, una declaración que cayó como un rayo entre los “halcones” del PDL.
Nacido en Agrigente, Sicilia, en octubre de 1970, Alfano se unió a las “palomas” de su partido, favorables a mantener en el poder al gobierno de coalición del socialdemócrata Letta, formado hace sólo cinco meses.
El martes, antes de la votación de confianza en el Parlamento, convocada tras la dimisión de los cinco ministros del PLD en el gabinete, Alfano sostuvo una reunión con Berlusconi que fue “tormentosa”, según los medios de comunicación italianos.
Tras esa reunión, Alfano se dijo “firmemente convencido de que todo nuestro partido debe dar un voto de confianza a Letta”.
Nacido en Agrigente, Sicilia, en octubre de 1970, este joven abogado de sonrisa abierta y nombre angelical, brazo derecho de Berlusconi, obligó al astuto y multimillonario “Caimán” a capitular y dar un brusco viraje, anunciando el miércoles que apoyaba el gobierno de Letta.
Nadie, y mucho menos Berlusconi, esperaba que “la traición” a sus intentos de tumbar al gobierno de Letta vendría del aparentemente modesto Alfano, un ex demócrata cristiano a quien Il Cavaliere había designado como secretario general de su partido y a quien consideraba su heredero político.
Alfano, que muchos comparan ahora a Brutus, el hijo adoptivo de César, que participó en la revuelta de Las Idus de Marzo, se enamoró de la política muy joven, siguiendo las huellas de su padre, un profesor que fue alcalde adjunto de Agrigente.
Nacido en una familia que votaba más bien a la izquierda, Alfano se unió muy joven al nuevo partido fundado por Silvio Berlusconi, Forza Italia. A los 25 años, fue elegido a la Asamblea regional de Sicilia, en representación de esa formación de derecha.
Nuevos horizontes. Pero su isla natal era demasiado pequeña para él, y Alfano, que había llamado ya la atención del magnate, fue electo diputado en 2001, y en 2008 entró al gobierno de Berlusconi, como ministro de Justicia.
Fue en ese cargo que desplegó su fidelidad, elaborando una ley que daba inmunidad penal a los cuatro puestos políticos más importantes del país durante su mandato, protegiendo así a su mentor de cualquier procedimiento judicial.
Esa ley, juzgada anticonstitucional, fue derogada en octubre de 2009.
La fidelidad de Alfano fue premiada por Berlusconi, que lo designó en julio de 2011 secretario del PDL, es decir, número dos del partido, y lo declaró abiertamente su delfín, tras su retiro de la política.
Un retiro que a los 77 años, Berlusconi no parecía listo para tomar, incluso después de batallas políticas que lo han dejado agotado y la cercanía de una condena a la cárcel, tras ser inculpado de fraude fiscal.
Pero la abierta rebelión encabezada por Angelino Alfano, que puso su ambición política por arriba de la fidelidad a su mentor, vuelve al parecer más cercana esa salida de Berlusconi de la política, justo cuando el Senado se prepara para decidir su expulsión.