La Agencia Pública de Brasil revela el contenido de e-mails, además de documentos, fotos y denuncias de un ex responsable de la seguridad de la minera.
Una investigación de la Agencia Pública de Brasil revela el contenido de e-mails, además de documentos, fotos y denuncias de un ex responsable de la seguridad de Vale que dejarían en evidencia cómo la empresa espía a los movimientos sociales, a sus propios empleados y hasta a periodistas para defender sus intereses.
Un año después de su despido, André Almeida presentó una denuncia formal al Ministerio Público Federal de Brasil, afirmando que “participaba de reuniones, recibía informes y era informado formal e informalmente de diversas situaciones que considero antiéticas (…)”.
Investigación de Marina Amaral. “Hay que dejar el agujero por donde se escape el ratón. No lo podés acorralar. Eso aprendí en el ejército”. La frase cruda expresa la revuelta de André Luis Costa de Almeida, de 40 años, al argumentar por qué decidió revelar lo que sabe sobre la vigilancia y la inteligencia de Vale, donde trabajó ocho años.
Los dos primeros años trabajó como tercerizado y después como empleado del Departamento de Seguridad Empresarial. André era el responsable del servicio de Inteligencia y gestor de contratos de Vale con empresas tercerizadas cuando lo echaron, en marzo de 2012.
“Yo quise dialogar. Mandé e-mails y nada: ellos me prometieron que no me echarían por justa causa, después volvieron atrás, después dijeron que mantendrían secreto sobre el tema, pero llamaron a mi nuevo jefe para decirle que mi presencia traería dificultades a su relación comercial con Vale. Tuve que irme. No podía perjudicarlo. Ahora no me importa nada: sólo quiero que la verdad se dé a conocer”.
Esta afirmación fue hecha ya en su primer encuentro con la Agencia Pública de Brasil en el último mes de mayo.