Una impresionante cola de unas 700 personas se había formado delante de la tienda Apple en Tokio.
TOKIO – Apertura de tiendas al alba, starlettes y guirlandas: los nuevos iPhones 5c y 5s fueron lanzados hoy (viernes 20) en Asia con el brillo acostumbrado, a precios insuperables en Japón y a veces prohibitivos en otros países, como China.
Una impresionante cola de unas 700 personas se había formado al amanecer delante de la tienda Apple del barrio elegante de Ginza de Tokio, y las primeras empuñaron sus nuevos teléfonos en las tiendas de Japón, al igual que en otros países de Asia y Oceanía antes de que los aparatos lleguen al resto del planeta.
“Estoy encantado, no existe nada más festivo para mí”, se alegró Hidenori Sato, de 39 años, que hacía cola desde el miércoles delante de una tienda del operador nipón NTT Docomo, donde la llegada de los últimos modelos fue seguida entre vítores con una cuenta atrás.
Escenas comparables en otros lugares, como en Sídney, donde montones de jóvenes, muchos de origen asiático, saludaron el evento en un ambiente festivo.
“El nuevo iPhone 5s trae algunas novedades que me gustan, como la grabación de videos al ralentí y un objetivo más perfeccionado”, explicó a la AFP Jimmy Gunawan, de 33 años, delante del Apple Store de Sídney.
Más allá de las acostumbradas lentejuelas, el lanzamiento de los nuevos modelos 5c, gama media de diferentes colores, y 5s, con funciones más avanzadas, estaba marcada por una feroz guerra de precios entre Apple y sus competidores, por una parte, y entre los operadores de telefonía por otra.
En Japón, los iPhone son propuestos por los tres gigantes del sector, SoftBank, KDDI y por primera vez NTT Docomo, que tiene 62 millones de abonados (42% del mercado).
“El acuerdo con NTT Docomo es un buen punto para Apple en Japón”, explicó Toshihiko Matsuno, analista de SMBC Friend Securities.
En Japón, en general el cliente sale de la tienda con un iPhone nuevo sin gastar un yen. La mensualidad facturada durante dos años para pagar el aparato se compensa de forma casi íntegra mediante un descuento mensual por el pago de los servicios. El cliente puede incluso obtener hasta casi 200 euros por su anterior iPhone.
En cambio, en Australia, donde la versión 5s se facturaba al equivalente de 785 euros (1.062 dólares), o en China, donde el 5c costaba 520 euros (704 dólares), numerosos clientes consideraban demasiado cara la factura cuando el 5c se supone que debe marcar una respuesta de Apple a la gama abordable de su rival surcoreano Samsung.
“Delirante”, se ofuscaba Bill Hutchison en tweeter evocando la versión de 64 gigas.
“No los vale”, confirmaba Wang Ying, analista basado en Pekín para la firma iResearch. En China, numerosos teléfonos inteligentes de marcas locales cuestan apenas 75 euros (101,50 dólares).
Wang considera que Apple puede haber perdido una oportunidad de oro al no llegar a un acuerdo con el principal operador del país, China Mobile, que cuenta 700 millones de abonados. Apple vende allí sus iPhone pasando por telefónicas menos importantes, China Unicom y China Telecom.
“Los resultados de Apple declinan en el mundo, también en China. Un acuerdo con China Mobile sería muy importante” para permitirle reaccionar, subrayó el analista.
La llegada de los modelos tan esperados ha alimentado además el mercado negro, como en Hong Kong, donde un revendedor afirmaba que podía ceder un 5s de 16 gigas por 950 euros (1.286 dólares), casi el doble de su precio inicial, a quien quiera poner ese dinero para tener el último modelo desde el primer día.