Declaró por segunda vez como imputado de presunto lavado de dinero y justificó su fortuna en una herencia que habría recibido de su padre.
El financista Federico Elaskar aseguró hoy a la Justicia federal que el contador Daniel Pérez Gadín, quien supuestamente trabajaba para el empresario kirchnerista Lázaro Báez, le debe 750 mil dólares por la operación de venta de la que era su financiera, SGI, conocida como “La Rosadita”.
Al declarar por segunda vez como imputado de presunto lavado de dinero, Elaskar justificó su fortuna en una herencia que habría recibido de su padre, y aseguró que trabaja “desde los 21 años”, según su abogado defensor, José Manuel Ubeira.
Elaskar explicó que vendió SGI por 1,5 millón de dólares a una sociedad que le pagó 750 mil dólares, quedó debiendo otro tanto, e identificó a Pérez Gadín como deudor físico, quien según medios uruguayos habría comprado para Báez un campo por 14 millones de dólares en cercanías de Punta del Este.
Durante casi cuatro años el hombre de negocios amplió su declaración indagatoria ante el fiscal Guillermo Marijuán, tras una primera declaración ante el juez Sebastián Casanello el lunes pasado.