Le prometieron que participarán de licitaciones de puertos y aeropuertos, y que aumentarán inversiones en infraestructura. La Presidente estará en campaña por su reelección en 2014.
El jueves y el viernes pasado, la presidente brasileña Dilma Rousseff escuchó las opiniones de los empresarios sobre el crecimiento económico del país para este año, dados los malos resultados alcanzados en 2012.
Según una fuente en la reunión, los hombres de negocios le aseguraron que participarán en las licitaciones de puertos y aeropuertos, y que aumentará la producción y la inversión respetando una de las principales preocupaciones del gobierno: mantener las tasas estables de empleo ya que el pleno empleo ha sido uno de los principales ingredientes de la alta aprobación del gobierno de Dilma.
\”Nuestra gran preocupación es la necesidad que tenemos de ampliar las inversiones. Este país nunca ha tenido el volumen de trabajo que tiene, y el volumen de trabajo que está programado, que obliga a ampliar la financiación del sector privado\”, advirtió el presidente de la Unión Nacional de la Industria Pesada (Sinicon), Rodolpho Tourinho, a los periodistas.
Dilma había dicho, en una conversación con periodistas a finales de diciembre, que era necesario que los bancos privados participen más de la financiación a largo plazo para complementar la que el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) ya ofrece al sector productivo.
El viernes, el presidente del Bradesco, Luiz Trabuco, estaba entre los que se entrevistó con la Presidente, quien también se reunió con el presidente del Grupo Lafarge, Bruno Lafont. El jueves recibió a los presidentes de Vale, Murilo Ferreira; de Odebrecht, Marcelo Odebrecht; y a Rubens Ometto, presidente del consejo de administración de Cosan.
En general, los empresarios creen que habrá una mayor recuperación de la economía este año. Para el gobierno, es esencial comenzar a crecer en el primer trimestre, lo que anticiparía un panorama económico más positivo para el inicio de la segunda mitad del mandato de Rousseff, quien enfrentará la campaña por su reelección el próximo año.
\”Mucho ya se está haciendo. Ahora tenemos que ponerlo en práctica, creo, para señalar una dirección\”, dijo Odebrecht a la prensa, tras anunciar que en Brasil su grupo aumentará la inversión casi un 20 por ciento este año.
En 2012, a pesar de los muchos incentivos dados por el gobierno y a que la tasa Selic se ha reducido a un mínimo histórico de 7,25 por ciento anual, la economía brasileña no despegó y se espera una módica expansión de alrededor de 1 por ciento.
Entre las medidas tomadas por el gobierno brasileño destaca la reducción del Impuesto sobre Productos Industrializados (IPI), básicamente para electrodomésticos y automóviles, y el alivio de otras tasas a diversas industrias.
La crisis internacional es uno de los factores señalados por el equipo económico por los malos resultados de la economía, pero los especialistas aseguran que la recuperación ya está en marcha. Para el mercado, el aumento del Producto Interno Bruto (PIB) debería ser de 3,5 por ciento este año.
En pleno desafío de hacer crecer al país, Dilma enfrentó a principios de este año sospechas sobre la seguridad del suministro de energía mientras se producen los niveles más bajos de los embalses hidroeléctricos del país en diez años.
En cuanto a la reunión del viernes, los empresarios deslizaron que es muy positivo tener una estrecha relación con la Presidente.
Según asistentes al encuentro, Dilma todavía está definiendo el formato de las reuniones de este semana con los ministros, muchos de los cuales han regresado de vacaciones este lunes.