British Gas le vendió sus acciones a una empresa del Grupo Uno, pero la norma lo prohíbe.
La compañía británica BG, una de las últimas sobrevivientes de la oleada de inversiones extranjeras en servicios públicos que llegó al país en los años 90, concretó ayer su salida de la Argentina en una operación de sello kirchnerista.
La compañía, que desde hacía años buscaba una puerta de salida para sus negocios domésticos debido al congelamiento tarifario que dispuso el Gobierno, vendió toda su participación en Metrogas, la mayor distribuidora de gas del país, que atiende a más de 2,2 millones de clientes en la ciudad de Buenos Aires y 11 municipios del conurbano bonaerense.
La compañía, que desde hacía años buscaba una puerta de salida para sus negocios domésticos debido al congelamiento tarifario que dispuso el Gobierno, vendió toda su participación en Metrogas, la mayor distribuidora de gas del país, que atiende a más de 2,2 millones de clientes en la ciudad de Buenos Aires y 11 municipios del conurbano bonaerense.
La compradora es Integra Gas Distribution LLC. Ignota hasta ayer, la empresa tiene en su composición algunos nombres bien conocidos en el mundo de la política y los negocios locales. Se trata de los empresarios de medios Daniel Vila y José Luis Manzano, según publican hoy los diarios La Nación y El Cronista. El resto de la compañía está compuesta por fondos de inversión con origen en Chile, Estados Unidos e Inglaterra.
La participación de Vila-Manzano en el negocio -ambos lideraron el capítulo local de la negociación- no supera el 8 por ciento. Para La Nación, no se trata de un número arbitrario, sino calculado con precisión de relojero. Es que la ley de medios sancionada por el kirchnerismo hace tres años no permite que los propietarios de medios de comunicación tengan una participación superior al 10% en empresas de servicios públicos
Según \”El Cronista\”, en cambio, la ley de Medios impide directamente a los titulares de grupos periodísticos ser también propietarios de empresas que brinden servicios públicos. Ambos empresarios, de todas maneras, aún deben adecuar su participación en el negocio de distribución eléctrica en Mendoza, que controlan a través de Andes Energía.