Salió en libertad bajo fianza y con orden judicial de no acercarse a menos de 500 metros de la pareja principesca británica.
Un neozelandés de 74 años reconoció hoy (martes 13) que quería arrojar estiércol al príncipe Carlos y a su esposa Camila, en visita en Nueva Zelanda, y salió en libertad bajo fianza y con orden judicial de no acercarse a menos de 500 metros de la pareja principesca británica.
Sam Bracanov, presentado por la policía como \”un antimonárquico conocido\”, fue detenido ayer poco antes de que Carlos y Camila se acercaran a la multitud agolpada en un paseo marítimo de Auckland.
El septuagenario se declaró no culpable de la preparación de un ataque, aunque afirmó que compró estiércol de caballo y lo mezcló con agua para obtener la consistencia del \”porridge\” para lanzárselo a Carlos.
Bracanov quería protestar contra la posición privilegiada del heredero de la Corona de Inglaterra. \”No lo es por su cerebro, sino por su cuerpo (sic). Lo que el cuerpo produce cae en el retrete, por lo tanto le hubiera dado con lo que se va por el retrete\”, añadió.
En una visita anterior del príncipe de Gales a Nueva Zelanda, en 1994, Bracanov intentó rociarlo con un desodorante con el fin de suprimir \”la pestilencia de la realeza\” según la prensa local.
Y en 1988, arrojó un cubo de estiércol al coche donde iba el rey de España, Juan Carlos, según Fairfax Media, y fue condenado por alteración del orden público.