Una investigación criminalística plantea que los cambios de identidad y del lugar de nacimiento eran para eludir su prontuario policial.
Carlos Gardel era \”estafador\”, aseguró un trabajo comparativo de huellas digitales que ya no deja lugar a dudas: el morocho del Abasto, antes de consagrarse como cantante, vivía con el dinero que obtenía de las víctimas que caían en sus estafas.
Esta afirmación, a la que se arribó tras una comparación de huellas digitales de 1904, 1915 y 1924 con el sistema AFIS (Sistema Automático de Identificación de Huellas Digitales), explica por qué el artista mutaba de identidad y de lugar de nacimiento.
A través de los cambios en la redacción de su nombre y la modificación del domicilio natal eludía los antecedentes policiales, según publicó el diario \”Página/12\”.
A su vez, Gardel -que tenía como alias policial \”El Pibe Carlitos\”- había conseguido que el presidente argentino Marcelo T. De Alvear ordenara la destrucción de su prontuario en la Policía Federal, pero una copia quedó en la Bonaerense. Ese papel que estaba aparentemente perdido, reflotó.
Los investigadores forenses Raúl Torre y Juan José Fenoglio compararon los diferentes documentos y llegaron a esta conclusión. Asimismo, realizaron un cotejo manual en el cual constataron que en las huellas hay 18 puntos característicos iguales, tal como publicó el matutino.
Así reafirmaron los resultados del AFIS ya que jurisprudencialmente sólo hacen falta 12 coincidencias para que un resultado de identidad no tenga cuestionamiento.