Tras arrasar el archipiélago nipón de Okinawa y Corea del Sur, el tifón \”Bolaven\” se dirigía este martes hace Corea del Norte, que se recupera de inundaciones.
El tifón Bolaven, uno de los más fuertes registrados en las últimas décadas en Asia, dejó 12 muertos y diez desaparecidos, al golpear hoy (martes 28) Corea del Sur, donde los pescadores chinos fueron los más afectados, informaron las autoridades locales.
Tras arrasar el archipiélago nipón de Okinawa y Corea del Sur, Bolaven se dirigía este martes hace Corea del Norte, que se recupera de las terribles inundaciones sufridas.
Los equipos de rescate socorrieron a doce pescadores chinos y otros seis pudieron alcanzar la orilla a nado, tras el naufragio de dos barcos chinos cerca de las costas de la isla de Jeju, en el sur de Corea del Sur.
Hoy se recuperaron cinco cuerpos, pero otros 10 pescadores permanecían desaparecidos y las posibilidades de encontrarles sanos y salvos disminuía con el paso de las horas por la llegada de la noche.
La mayoría de los supervivientes salió del agua ayudados por cuerdas, después de que los guardacostas o los bomberos nadaran hasta los restos de uno de los barcos, volcado a unos 50 metros de la orilla, declaró a la AFP un portavoz de los guardacostas de Seogwipo.
La otra embarcación se partió en dos y se hundió, añadió.
Entre 31 y 34 tripulantes se encontraban en los dos barcos pesqueros chinos.
En otros lugares de Corea del Sur, Bolaven causó siete víctimas, la mayoría muertas por la caída de árboles o edificios.
En Japón, la presión atmosférica en el centro del tifón descendió hasta los 910 hectopascales, haciendo de Bolaven uno de los tifones más fuertes registrados en la región desde hace 60 años.
La Agencia Meteorológica de Corea del Sur puso en alerta el martes por la mañana a Seúl, metrópoli de 10 millones de habitantes, donde todas las escuelas recibieron la orden de cerrar. No hubo muchos destrozos.
La Agencia surcoreana de prevención de catástrofes naturales emitió su nivel de alerta más elevado y el presidente Lee Myung-Bak solicitó a todos los servicios concernidos que garantizaran una \”preparación minuciosa\”.
Las autoridades prohibieron la entrada al puerto de Busan a todos los barcos hasta que finalice la alerta y les recomendaron resguardarse fuera de la trayectoria del tifón.